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Z-Carne es una empresa emergente que actualmente se encuentra entre los tres principales proveedores de carne porcina del mercado, gracias a la calidad de los productos y el buen trato a los clientes.
La firma trabaja de forma exclusiva y cuenta con el respaldo de una de las cooperativas de producción suina más grande de Sudamérica, Acicsa (Alianza Comercial e Industrial Cooperativa SA).
De esta manera, cuida la calidad del producto desde la cría de los cerdos hasta la venta al consumidor final. “En el mercado somos proveedores de cadenas de supermercados y carnicerías, además de fábricas de embutidos en todo el país”, explicaron sus representantes.
En la planta dan trabajo directamente a unas 40 personas, distribuidas en las áreas de producción y administración; también emplean a unas 30 personas de manera indirecta, quienes se encargan de trabajar los subproductos resultantes de la producción y faena.
Desafíos
Uno de los desafíos es la preferencia del consumo de la carne vacuna, quedando la porcina en tercer lugar detrás de la aviar, debido a que en años anteriores el precio era muy alto, ya que no era un segmento con una gestión industrial y comercial eficiente, según explicaron.
“Este año tenemos como objetivo afianzar nuestro lugar en el mercado y, el año siguiente, invertir en infraestructura para aumentar la producción y ofrecer una mayor gama de productos, para poder apuntar a otros grupos de interés”, manifestaron.
Han superado ampliamente la expectativa de crecimiento, que era un objetivo comercial aproximado de unos 250.000 kg mensuales. Al cierre del primer semestre del año alcanzaron las 400 ton. por mes, esperando un aumento en la época de mayor consumo al cierre del periodo 2016.
Las preferencias
El consumo actual está en los 5 kg per cápita, aproximadamente, pero teniendo posibilidad de aumentar dos a tres veces más en los siguientes años, ayudados por las campañas de marketing; la gestión industrial y sanitaria adecuada, que ofrece seguridad en el consumo, cambiando la mentalidad de la gente que tenía una visión distorsionada de la carne porcina relacionándola con malas prácticas de gestión productiva.
Gran parte de la carne de cerdo que se distribuye localmente se realiza a través de los supermercados, que cuentan con un control riguroso para la comercialización de los productos.
El mercado de la carne también se vio afectado por la crisis, debido a que el precio de las exportaciones a Rusia cayó, sumado a otros factores, como el ingreso irregular de cerdos terminados del Brasil y las faenas clandestinas que generaron una desestabilización del mercado, haciendo que algunos productores pequeños dejaran la cría de cerdos.
“Como empresa ajustamos nuestros márgenes de rentabilidad para acompañar a nuestros productores en el impacto que ha sufrido el rubro. Felizmente, a partir del segundo semestre del año ha empezado un repunte significativo que esperemos siga su curso”, indicaron.
Medidas gubernamentales
Los referentes de Z-Carne confían en que el Gobierno continúe con los controles rigurosos mediante las instituciones responsables, evitando así la mala competencia. “Esto resultará en el crecimiento del rubro, generando mayor cantidad de puestos de trabajo para los paraguayos y una contribución positiva a la economía”, dijeron.