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Mantener provisión de medicamentos e insumos. El actual gobierno asumirá con un problema en la provisión de medicamentos e insumos. Esto debido a la deuda con las farmacéuticas. Los sectores más resentidos son ahora los servicios que ofrecen tratamientos oncológicos. Los pacientes con enfermedades poco comunes también podrían tener una interrupción en sus tratamientos a causa de este inconveniente. En los hospitales en general podrían darse también déficit en medicamentos de alta rotación e insumos laboratoriales para análisis clínicos.
Falta de infraestructura. Los hospitales están colapsados de pacientes, sobre todo ahora por las dolencias respiratorias. La administración entrante deberá seguir el proceso para la construcción de por los menos dos hospitales nuevos, el de Barrio Obrero, para dar cobertura a los bañados principalmente. La otra obra que urge en el hospital de Coronel Oviedo, que ya cuenta con un proyecto ejecutivo. Esta servicio permitirá brindar una atención más especializada a pacientes en poblaciones del Norte y Este del país.
Más personal de blanco y médicos especializados. La mayoría de los hospitales y centros de salud tiene un déficit de personal de blanco, en especial en el área de enfermería y médicos especialistas. En el interior el problema se hace más visible, sobre todo en las especialidades. Los servicios del interior casi no cuentan con neurólogos, pediatras, traumatólogos, entre otras especialidades. Los profesionales médicos no tienen una motivación para atender en los centros alejados de las zonas urbanas, por lo que la cartera sanitaria debe buscar una estrategia para solucionar este inconveniente.