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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). El rubonegro tuvo predominio de las acciones y más claridad en el sector ofensivo. Pero el adversario respondió con salidas rápidas por el costado izquierdo, sin peso en el ataque. La presión minguera tuvo premio en la recta final del primer tiempo. Un tiro de esquina de Rolando Cuenca peina de modo estupendo el uruguayo Antonio Oviedo, a base de picardía, para abrir el marcador, con merecimientos.
San Roque careció en determinación a la hora de pisar tres cuartos de cancha, fue ordenado tácticamente y no supo aprovechar las impresiones de Minga en la zona medular.
El segundo tiempo resultó cansino, conste que estaba en juego el título de campeón. Minga se arriesgó un poco más, con Antonio Oviedo y Diego Centurión. El punto para la reacción del blanquiazul se dio con la expulsión de José Ramírez, pero estuvo exento de resto físico.
El plus de presionar en ofensiva sirvió para aumentar la ventaja, mediante Diego Centurión, quien burló a un par de marcados y colocó el balón a un costado de Francisco Olmedo. Golpeado y sin orden, San Roque descontó en tiempo adicional, que sirvió solo para las estadísticas.
Las consagraciones anteriores de Minga fueron en la Liga Paranaense en 1974, 1985, 1987, 1988, 1991 y 2006. En 2016 obtuvo el primer cetro del certamen minguero y este año, el segundo, el cual coincide con el mes aniversario por los 50 años de vida institucional.