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“La tos convulsa es una enfermedad transmitida por la bacteria ‘Bordetella pertussis’, que tiene un rebrote después de muchas décadas, estaba controlada porque esta dentro de la vacuna pentavalente: contra las enfermedades de difteria, dpt, difteria, pertussis, tétanos. Dentro de esta vacuna están incluidas la hepatitis B y la haemophilus influenza tipo B. La vacuna existe en los sectores público y privado, se aplica a los dos meses, cuatro meses, a los seis meses, y entre 15 a 18 meses de edad, y se vuelve a poner un refuerzo antes de la edad escolar, entre los 4 y 6 años. Está incluida dentro del calendario nacional de vacunación, pero se han reportado en diferentes partes del mundo rebrotes de tos convulsa”.
La transmisión es aérea, infecciosa, “tiene una primera etapa prodromica, una antesala a los signos y síntomas. Comienza el paciente con congestión nasal, rinorrea transparente por nariz, fiebre, luego un periodo catarral con hiperproducción a nivel de las vías respiratorias. Luego un periodo paroxístico de tos, que tiene la característica de ser muy intenso”.
“Sed de aire”
El niño tose, tiene “sed de aire”, siente dificultad para respirar, lo que le hace vomitar, y afecta la oxigenación de la sangre, por eso el niño se pone morado. “Tiene un curso de 4 a 6 semanas, y de no ser tratada en forma oportuna puede producir complicaciones severas propias de la misma enfermedad, o secundarias a los accesos de tos intensa”.
Así se lucha contra ella
El Dr. Mateo informó que “se trata con antibióticos, para erradicar la bacteria y de esta manera evitar la transmisión epidemiológica. Y a los contactos del niño, aquellos que conviven con él, se les puede dar profilaxis antibiótica para evitar que se instale de forma severa”.
La tos convulsa o coqueluche es una enfermedad totalmente prevenible, si contamos con la responsabilidad de inmunizar a nuestros niños.
“Hay brotes en adultos porque desde el momento en que se inmuniza en forma universal la protección que da la vacuna va decayendo con los años. Uno no refuerza la memoria inmunológica, y si es susceptible puede adquirirla”.
Reposo
Una tos intensa puede ser peligrosa para los más pequeños. Consulte a su pediatra.
* El niño que tiene tos convulsa no debe ir a la escuela, luego de ver al pediatra debe quedarse en su casa en “aislamiento aéreo”, y si requiere internación, hay que tomar las medidas preventivas de aislamiento.
* El tratamiento específico es con antibióticos y además tratamiento sintomático con nebulizaciones, para fluidificar las secreciones, buena hidratación y tratar los accesos de tos intensos que evita las complicaciones que pueden llegar a ser tan severas como sangrados intracraneales.