Pero así fue, un año después del torneo en el que lo vieron empresarios de Paraguay Soccer, pudo realizar el sueño de una transferencia internacional y más allá de todo lo que implicaría para él abandonar su familia, su tierra y amigos, aceptó el desafío de luchar por lo que siempre quizo.
Cuando llegó, integró el plantel sub-18 y con ese equipo obtuvo el título de campeones del torneo clausura y absoluto del 2003, el año siguiente, ya en la sub-20, también el título clausura, pero no se pudo conseguir el absoluto. En el 2004, pasó al equipo principal del club y jugó todo el año en la categoría reserva.
Desgraciadamente, a fines de 2004 la seguidilla de partidos le pasó factura y le diagnosticaron pubalgia que es una lesión de los aductores producida por el sobreuso físico, es usual en corredores de largas distancias y futbolistas.
El dolor se presenta esencialmente como una molestia, que se instala en forma progresiva en el transcurso de semanas o meses. Luego se vuelve constante durante el ejercicio, persistiendo en ciertas actividades de la vida cotidiana. Finamente, está presente en todos los movimientos.
Hay varias alternativas de tratamientos a seguir, pero es inútil insistir en jugar si la molestia está presente. Por todo esto, Marcelo decidió volver a su país, continuar ahí su recuperación y seguir soñando con ser una gran figura de fútbol. A ocho meses de su partida, asegura que no está lejos de su regreso a las canchas.
Mientras, se comunica por internet con los amigos que tiene en muestro país, y recuerda con gran cariño todos los momentos lindos que pudo vivir gracias al fútbol paraguayo, los lugares y todas las personas que conoció y que espera volver a ver pronto.