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Todos los fines de semana muchas personas van a discotecas, pubs y bares a pasar un buen rato; algunas de ellas se emborrachan, otras se drogan y, “como ya es costumbre”, luego de una noche alocada, varios jóvenes terminan siendo protagonistas de accidentes de tránsito debido a la imprudencia y el abuso del alcohol. Por lo tanto, es urgente que se refuercen los controles preventivos estableciendo más barreras policiales, que realicen el alcotest y velen por la seguridad en las calles.
En un intento por reducir la alta tasa de accidentes de tránsito y peleas –entre jóvenes– ocasionadas por el consumo de alcohol, el concejal Yamil Esgaib propuso restringir el horario de funcionamiento de locales nocturnos, de manera que las fiestas comiencen y terminan mucho más temprano de lo acostumbrado. Si bien es cierto que debe haber más control cuando llega la hora de salir a bailar, esta medida no será la solución eficaz porque únicamente recorta el tiempo para farrear.
Las autoridades creen que limitando el horario de las fiestas ya no habrá jóvenes que se emborrachen y armen riñas. Sin embargo, deberían tener en cuenta que aquellos que quieran embriagarse igualmente lo harán aunque la farra empiece a las 22:00 pm y termine a las 4:00 am porque, a pesar de esto, los accidentes de tránsito y la violencia juvenil seguirán siendo un constante problema en nuestra ciudad.
En lugar de acortar el tiempo de la movida nocturna sería mucho más efectivo que primero se hagan cumplir las leyes ya establecidas, como por ejemplo la aplicación de firmes sanciones a todos los que las infrinjan.
Por Sandra Villalba (18 años)