Polémico oro

Un cargamento de lingotes de oro desató la polémica. La carga cayó en el Aeropuerto Silvio Pettirossi en el 2016, pero ahora se supo que habrían sido sustituidos los 480 kilos valuados en US$ 25 millones. Un empresario belga salpicó a Óscar González Daher, y el dueño del oro, a Javier Díaz Verón.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2059

Cargando...

En agosto de 2016 cayó un cargamento de 480 kilos de oro (584 lingotes) que desencadenó en la publicitada imputación de ciudadanos mexicanos, un despachante de aduanas, un empresario belga y el propietario de la carga.

De acuerdo con los datos, 12 cajas de lingotes de oro fueron incautadas del aeropuerto Silvio Pettirossi y fueron sustituidas por trozos que tienen una mezcla de oro, zinc, plata y bronce.

El 22 de julio de 2016 se oficializó el despacho de exportación por parte del despachante de aduanas Ricardo Castro Vera ante la administración aduanera y en representación de la firma Importadora y Exportadora Cristal Esteño SA.

Se declaró que la mercadería a ser remesada consistía en “12 lingotes con 500 kilos de broncelina”, que tenían como destino Hong Kong.

El 4 de agosto de 2016 se confeccionó el manifiesto de exportación, “lo cual da cuenta de la presencia física de la mercadería para la operación de exportación”. Sin embargo, el 5 de agosto se retuvo la mercadería ante elementos de sospecha en la operación, pero recién seis días después se comunicó al Ministerio Público.

Los lingotes de oro, que luego se convirtieron en broncelina, fueron adquiridos del paraguayo Audelio Toledo, que aseguró que él vendió oro y dejó entrever que la mercadería fue sustituida, porque el cargamento que se encontró en el aeropuerto ya era una mezcla de materiales. Denunció penalmente al fiscal general del Estado con autopermiso, Javier Díaz Verón, y al fiscal Aldo Cantero, por persecución en su contra y dejó entrever que se quedaron con el oro. 

El que adquirió el oro de Toledo fue el mexicano José Salazar, rápidamente sobreseído por el fiscal Cantero. Este hecho fue cuestionado por el empresario belga Marc André Didier, quien fue contratado para trasladar con su avión el cargamento a China, y quedó pegado al proceso durante un año.

Didier afirmó que le pidieron dinero a nombre del exsenador Óscar González Daher y que el político también se quería quedar con su avión. Llamativamente, su operador político Justo Ramón Servín, manejó desde el comienzo el caso de los lingotes de oro retenidos en el aeropuerto.

griselda@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...