Neneco, a un paso de la justicia paraguaya

Luego de un año y un mes del crimen de Pablo Medina y Antonia Almada, Vilmar Acosta Marques será sometido a la justicia paraguaya. El proceso de extradición se realizó en tiempo récord ya que solo duró ocho meses. Además no hay precedente de que la justicia del Brasil extradite a nuestro país a un procesado. Neneco, quien era intendente de Ypejhú, se expone a una pena de 30 años de cárcel, más otros diez como medida de seguridad, por su supuesta autoría moral en el atentado dirigido contra el corresponsal de ABC en Curuguaty. Quedará recluido en la Penitenciaría Nacional.

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El 16 de octubre de 2014 Pablo Medina era víctima de una emboscada en Villa Ygatimí. Con él era asesinada Antonia Almada, quien la estaba acompañando en una cobertura sobre la presencia de plagas en plantaciones de la localidad de Crescensio González.

La investigación determinó que los supuestos sicarios fueron Wilson Acosta Marques, hermano de Vilmar, y el sobrino de ambos, Flavio Acosta Riveros.

También esa pesquisa concluyó en que el supuesto autor intelectual del hecho fue Vilmar Acosta Marques.

Tres elementos fueron determinantes para llegar a esa conclusión que esclarecía el caso.

El primer elemento fue todo el trabajo realizado por el mismo Pablo Medina, quien a través de sus publicaciones y memorándum que tenía guardado en su computadora describía las acciones de Neneco.

El segundo elemento fue el técnico científico. El análisis de los celulares determinó la ubicación de cada uno de los sospechosos en el momento del atentado.

El tercer elemento es la declaración de testigos. Uno de ellos es Arnaldo Cabrera, que si bien está procesado por el caso en carácter de cómplice, relató con lujo de detalles lo que ocurrió ese día y lo que su patrón, Vilmar Acosta, pensaba de Pablo.

Cabrera era chofer de Neneco. Actualmente se encuentra preso en la Agrupación Especializada. En su declaración indicó que no tuvo participación en el crimen y que su teléfono fue utilizado por Vilmar para monitorear el atentado.

Los cuatro están imputados por homicidio doloso. Mientras Wilson Acosta y Flavio Acosta están prófugos, Vilmar y Cabrera están capturados.

En el momento en que ocurrió el crimen Neneco era el intendente de Ypejhú. Llegó a ese cargo con la bandera del Partido Colorado.

De la investigación de la fiscalía se desprende que las publicaciones de Pablo pusieron al descubierto la narcopolítica en esa zona del país.

Era evidente la implicancia de Acosta con el narcotráfico. Eso molestó a Acosta Marques, quien ese momento se sentía un todopoderoso con apoyo de los líderes políticos colorados de Canindeyú.

Sobre él recayeron sospechas de la autoría moral del crimen de Julián Núñez, ocurrido el 1 de agosto de 2014.

Núñez se preparaba para disputarle la candidatura para el cargo de intendente por el Partido Colorado período 2015-2020. Era un potencial rival, pero fue eliminado a tiros en un hecho que muy poco se investigó.

La impunidad en este y otros casos alentó a Neneco a atacar a Medina, pero nunca imaginó su repercusión.

Al día siguiente del crimen, pese a que anunció a que se iba a presentar ante la fiscalía, huyó del país.

El 4 de marzo de 2015, agentes de la Policía civil del Brasil, con el apoyo de sus colegas de Paraguay, detuvieron en Caarapó, estado de Mato Grosso Do Sul, a Vilmar.

El 26 de marzo de este año, el juez Carlos Martínez requirió la extradición de Acosta Marques.

El 25 de agosto el Supremo Tribunal Federal resolvió extraditar a Neneco al concluir que hay méritos para que sea juzgado en Paraguay y que no es ciudadano brasileño. La legislación de ese país no permite extraditar a los connacionales.

El pasado miércoles, el Poder Ejecutivo de Brasil comunicó a la Embajada paraguaya en Brasilia que podrían buscar a Acosta Marques. Para el efecto otorgó los 30 días establecidos por el Tratado de Extradición.

“Se puede evidenciar la discrepancia existente entre la víctima Pablo Medina y el intendente de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques, por las constantes publicaciones en las que el periodista sindicaba al intendente como supuesto nexo con el tráfico de drogas y la comisión de algunos hechos de homicidio en la zona de Villa Ygatimí y Ypejhú. A raíz de las publicaciones, Medina venía recibiendo amenazas de muerte de parte de Vilmar”, dice una parte de la imputación firmada por los fiscales Sandra Quiñónez, Néstor Cañete y Lorenzo Lezcano.

Vilmar Acosta se había declarado un perseguido político cuando declaró ante el juez Rodrigo Capez, del Supremo Tribunal Federal de Campo Grande, el pasado 8 de mayo.

Sin embargo, el Supremo Tribunal desechó esa teoría. “En ese contexto y no obstante, el extraditando, al ser interrogado ha procurado dar una connotación política a las acusaciones contra él deducidas, pero no resta la menor duda de los crímenes a él imputados (homicidios de un periodista y de su acompañante) están despojados de la naturaleza política y se insertan en la criminalidad común”, indicaba el fallo.

Votaron por la extradición José Díaz Toffoli, Teori Zavacski, Carmen Lucía Antunes y Gilmar Mendes. Estuvo ausente Celso de Mello.

Victoria contra la impunidad

El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, dijo que la decisión de Brasil sobre Vilmar Acosta Marques es una victoria contra la impunidad.

“Desde un primer momento consideramos y estábamos convencidos de la posibilidad de la extradición, porque los documentos acreditaban que el mismo es ciudadano paraguayo y los elementos de convicción colectados por el Ministerio Público confirmaban que Acosta Marques tiene responsabilidad en el homicidio de Pablo Medina”, dijo.

Añadió: “Igualmente, entendimos que era un momento oportuno para que se dé la reciprocidad de la cooperación que siempre tuvo Paraguay con el Brasil, y a partir de ahí, podemos decir que esto fue una victoria de la justicia y de la ciudadanía contra la impunidad”, señaló.

Siguió diciendo que esperaba esta decisión a partir del trabajo investigativo.

“Estábamos muy confiados en que la vara de la Justicia de Brasil se inclinaría por nuestra tesitura jurídica en materia de extradición, y por ello, celebro que este ciudadano paraguayo Vilmar Acosta Marques haya agotado todas las instancias para tratar de impedirla, y resultaron infructuosas. Esta noticia que se ha hecho pública nos asiste en razón, avalada por el dossier de documentos que hemos remitido para este efecto”.

Díaz Verón también alabó el trabajo coordinado. “La Fiscalía hizo todo como manda la ley, y también contó con la colaboración de la Cancillería, la Embajada paraguaya, el Ministerio de Justicia, del Interior y de la Policía Nacional, como también el decidido apoyo del presidente Horacio Cartes, para que se dé aquel primer fallo unánime de conceder la extradición de Acosta Marques, establecido el 25 de agosto pasado”.

El responsable del Ministerio Público agradeció la asistencia que brindaron las autoridades judiciales del Brasil, y recordó el encuentro que sostuvo con el procurador general Rodrigo Janot Monteiro De Barros, en Brasilia, en el que se acercaron los documentos relacionados con la causa abierta contra Vilmar Acosta Marques.

En esa reunión la fiscalía paraguaya dejó en claro que Neneco es paraguayo. Vilmar en ese momento estaba prófugo, pero el Ministerio Público de nuestro país se adelantaba a la estrategia de la defensa de presentar al procesado como ciudadano brasileño para evitar la extradición.

En marzo de este año, Díaz Verón con el fiscal de Asuntos Internacionales, Juan Emilio Oviedo, el de Salto del Guairá y autoridades diplomáticas paraguayas, se reunió con responsables de la Policía Federal y de Justicia, en Campo Grande, Estado de Mato Grosso Do Sul, para dar mayor impulso al proceso de extradición.

Los fiscales que tienen a su cargo la investigación del crimen del periodista y de su acompañante son Sandra Quiñónez, Lorenzo Lezcano y Christian Roig.

“Desde un primer momento la Fiscalía reunió todas las evidencias que hacen a este caso repudiado; conformamos equipos de investigadores para procesarlas y tenerlas a mano para la eventual extradición y someterlo al sospechoso al debido proceso”, significó Díaz Verón.

La fiscal Quiñónez explicó lo que ocurrirá, desde el momento en que Acosta sea sometido a la justicia paraguaya.

“Una vez que Acosta Marques pise suelo paraguayo se solicitará al Juzgado paraguayo se le cese el estado de rebeldía y a partir de ese momento se inicia el plazo procesal. Tenemos 6 meses para que la Fiscalía presente su requerimiento final”, refirió.

Quiñónez recordó que para el Ministerio Público no existen dudas de la responsabilidad de Acosta Marques en el trágico suceso.

“Reitero que si la justicia brasileña encontraba un mínimo error en la justicia paraguaya, no se iba a dar en este momento la extradición. Para el Ministerio Público no existen dudas de la responsabilidad de Vilmar Acosta. Se hizo un trabajo sostenido tanto en la parte científica como en las testificales”, concluyó.

ocaceres@abc.com.py

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