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El fiscal de Delitos Económicos Aldo Cantero decidió imputar por cohecho pasivo (coima) y extorsión a Melo en calidad de autora, mientras que Escobar quedó como su cómplice.
En la relación de hecho, el investigador revela cómo se inició la extorsión: “Según la denuncia realizada por el señor Ricardo David Mayeregger, licenciado en ciencias ambientales, a inicios de este año llevó su currículum a la Seam con el objetivo de obtener un trabajo. Allí fue recibido por la licenciada Silvia Melo, directora de administración y finanzas, quien al principio le dijo que iba a ser difícil conseguir algún cargo, pero luego de ver su historial y percatarse de que es un profesional le dijo que tenía buenas probabilidades, que le estaría llamando en los próximos días para avisarle si surgía algo. Fue así que unos días después le hizo llamar y se reunió con ella. Le explicó que había un cargo para él pero que tenía una condición, debía entregarle parte de su sueldo, específicamente la suma de G. 800.000, durante dos meses, supuestamente para ‘el partido’, haciendo referencia al partido político al cual pertenece”.
Continúa: “Como no tenía trabajo y necesitaba el dinero ya que es un padre de familia con dos hijos que mantener, aceptó la propuesta. Firmó un contrato con el cargo de fiscalizador ambiental de la Dirección de Fiscalización Ambiental Integrada de la Seam. El contrato es de fecha 19 de febrero de 2013 y por un monto mensual de G. 2.800.000. El plazo de vigencia fue del 4 de febrero al 31 de marzo de 2013, prorrogable de común acuerdo. En ese sentido, comenzó a trabajar como funcionario contratado de la Seam, y tal como lo había exigido la Lic. Silvia Melo, le hizo entrega de una parte de su sueldo correspondiente a los primeros dos meses, con la variante de que, en vez de G. 800.000, le requirió que le pague G. 1.000.000 por mes. Para asegurarse que le entregaría el dinero, cuando cobró sus sueldos, le acompañó la secretaria Rocío María Mercedes Aguayo al Banco Nacional de Fomento, sucursal Mariano Roque Alonso, a quien le hizo entrega de los G. 2.000.000. Como ya había cumplido con ella, quedó tranquilo”.
En este punto, se agrega: “Grande fue su sorpresa cuando le volvió a llamar y le reclamó el pago del dinero que le debía por su salario del mes de abril. Le respondió que cuando firmaron el contrato ella solo le mencionó que esos pagos serían por los dos primeros meses, que ya no tenía que pagar nada.
Ella le respondió que las reglas cambiaron y que el pago debía realizarse mensualmente cada vez que cobraba su salario, hasta la terminación del contrato, incluso le recriminó y le trató de irresponsable, manifestándole que no podía creer que un profesional como él sea tan irresponsable para no presentarse mensualmente a pagarle, y que tenía que andar detrás de él como si fuera una criatura.
Al principio aceptó porque necesitaba el dinero y serían solo dos meses los que le descontarían de su sueldo, pero luego que la licenciada le exigió pagarle todos los meses ya no pudo seguir con eso, incluso cuando le dijo que no tenía dinero ya que todo lo gastaba en su familia, le dijo que vea cualquier forma, que saque un préstamo si es necesario. A esto se suma el hecho de que le informaron que en el corriente mes de mayo le descontarán la suma de G. 1.000.000 en concepto de gastos administrativos relativos a su recontratación”, se desprende de la imputación.
griselda@abc.com.py