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El agente policial de la Interpol Carlos Velázquez fue sentenciado a 30 años de cárcel por el asesinato de su esposa, Blanca Benita Duarte, ocurrido en la compañía Costa Guazú de la ciudad de Benjamín Aceval, departamento de Presidente Hayes, el 6 de junio del año 2013. El uniformado Francisco González fue sentenciado a 15 años, en calidad de cómplice.
La pena se dio en el marco de la Ley N° 5.777 “De protección integral a las mujeres contra todo tipo de violencia”, vigente desde diciembre del 2016, y que castiga con hasta 30 años de cárcel.
Hechos anteriores
El caso de Cinthia Escobar (30), cuyo cuerpo fue cercenado y encontrado en una bolsa de plástico el 26 de enero del 2016, aún está siendo investigado. Su marido Esteban Da Silva está procesado por ser el principal sospechoso.
El asesinato de Sonia Vera, en 2011, a manos de su esposo Adolfo Trotte fue calificado como un acto de venganza, porque Vera decidió dejarlo, debido a los maltratos que recibía. Al año siguiente, Trotte fue condenado a 30 años de prisión, más 10 años como medida de seguridad.
Aumento de casos
De acuerdo con datos policiales de enero hasta mayo, se registraron varios casos de feminicidio. Por estos, 10 personas fueron aprehendidas, dijo la comisaria Elisa Ledesma, jefa de Relaciones Públicas de la Policía.
“Hay que decir que también hay un aumento de denuncias de violencia intrafamiliar. En los casos de feminicidio, se registran hechos violentos anteriores a la muerte”, señaló.
La Policía tiene registrados en total 866 casos de violencia doméstica, lo cual es “un número bastante alto en lo que va en cinco meses”. Un total de 365 personas ya fueron puestas a disposición de la Fiscalía y 848 han sido aprehendidas.
La jefa policial declaró en cuanto a violencia intrafamiliar que muchas veces la víctima va a la comisaría de su zona y efectúa la denuncia, pero después se arrepiente y retira la misma y no se hace el seguimiento del caso.
“En los casos de quienes retiran la denuncia, para nosotros sigue el proceso. Eso llega al Ministerio Público y cuando le llama el juzgado esa persona dice que ya retiró, pero en un mes esa misma persona vuelve a denunciar. Lo peor es que la violencia intrafamiliar no respeta estratos sociales”, manifestó.
“Tenemos todavía un problema grave: Seguimos creyendo y entendiendo que no es un problema tuyo que a mí me golpeen, y que tiene que resolverse en la casa. No es por indiferencia, sino más bien por vergüenza o por desconocimiento de las leyes que le amparan”.
“En los casos de quienes retiran la denuncia, para nosotros sigue el proceso. Eso llega al Ministerio Público y cuando le llama el juzgado esa persona dice que ya retiró, pero en un mes esa misma persona vuelve a denunciar. Lo peor es que la violencia intrafamiliar no respeta estratos sociales”.
ariel.espinoza@abc.com.py