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Los fiscales de Delitos Económicos Aldo Cantero y Luis Piñánez decidieron imputar por el plazo que quedó afuera del proceso por lesión de confianza por desvío de G. 1.100 millones con tarjetas free (al portador) de combustible de la Comandancia de la Policía.
El proceso alcanza a uno de los hijos de Alvarenga, Francisco Alvarenga Rotela, pero por el hecho punible de lavado de dinero, ya que existe la presunción de que ayudó a su padre a ocultar un lujoso vehículo (Mercedes Benz CLK 230) que aparece a su nombre.
Esta nueva imputación es porque el juez Gustavo Amarilla había rechazado que el Ministerio indague el patrimonio del matrimonio Alvarenga-Rotela por el plazo de diez años. Su criterio, que fue ratificado por la Cámara de Apelaciones, es que la ampliación por enriquecimiento solo podía abarcar del 26 de marzo y 30 de abril de este año, periodo en que se “esfumaron” G. 1.159 millones de tarjetas de combustible.
Por este motivo, ahora los investigadores abrieron el proceso contra Alvarenga y Rotela (que es enfermera), “desde sus entradas a la función pública hasta el mes de marzo de 2014, siempre y cuando las conductas no hayan aún prescripto...”.
Resultó sorteado el juez Humberto Otazú, que debe fijar ahora audiencia de imposición de medidas y definir el pedido de prisión preventiva para Alvarenga y su esposa.
Para el efecto, Cantero y Piñánez argumentan que el enriquecimiento ilícito es considerado un “crimen” y no pueden otorgarse medidas alternativas.
Así también, los agentes pidieron el embargo preventivo de todos los bienes del matrimonio y además, la medida cautelar de prohibición de vender y gravar bienes.
Para Francisco Alvarenga Rotela, los fiscales piden la aplicación de medidas alternativas a la prisión.
De acuerdo a la imputación, Francisco Pastor Alvarenga Núñez en 2013 había indicado en su declaración jurada a la Contraloría General de la República que poseía inmuebles por valor de G. 226 millones. Sin embargo, este año, al dejar el cargo, de “mágica” forma declaró que ya posee bienes inmuebles por nada menos que G. 2.400 millones.
Los inmuebles de la pareja
De acuerdo a la imputación, Francisco Alvarenga posee diez inmuebles a su nombre y su esposa Mirta Rotela, dos.
Los fiscales aducen que cuatro inmuebles fueron adquiridos en 2014 (año en que Alvarenga fue nombrado comandante de la Policía) y no se condicen con los ingresos del matrimonio. La mujer tiene un rubro de enfermera y gana un poco más de G. 3 millones.
A esto se suma que Alvarenga adquirió una camioneta 0 km por US$ 46.000 (Toyota Hilux año 2013) y cuatro inmuebles, entre ellas su estancia de 5 hectáreas en Mbocayaty del Yhaguy y una casa de nada menos que 2.958 metros cuadrados en Luque que, tras estar a su nombre, fue transferida a su esposa.
Además de la estancia y la amplia casa en Luque, el excomandante compró dos departamentos de un ambiente en el edificio Arasa II en pleno microcentro de Asunción y los transformó en uno.
Esos bienes son objeto de investigación por enriquecimiento ilícito, al igual que un establecimiento en Carayaó, de 5 hectáreas, debido a que fue adquirido por el excomandante en el año 2007.
El resto de los bienes fueron comprados por el excomandante entre 1999 y 2000, pero las mejoras introducidas en los mismos serán objeto de investigación si entran en el plazo de 10 años de pesquisa.
A esto se suma que además de adquirir una camioneta 0 km en 2013, la esposa de Alvarenga compró ese año dos vehículos usados por valor de G. 40 millones, y el excomandante, por su parte, adquirió también un camión por G. 45 millones.
Francisco Alvarenga soporta otro proceso por el millonario negociado de combustible destinado a la Policía Nacional, donde uno de los considerados hombres claves, es le suboficial Roberto Osorio, preso en Tacumbú por enriquecimiento ilícito. Se corroboró que en un mes fueron desviados G. 1.159 millones de tarjetas de combustible free (al portador).
griselda@abc.com.py