Doble revés para Víctor Bogado en un mismo día

La semana pasada se vivieron hechos históricos en la justicia cuando se elevaron a juicio oral y público las respectivas causas en las que estaban acusados, por un lado el senador Víctor Bogado, colorado cartista, y por el otro el también senador Enrique Salyn Buzarquis, liberal. A esto se sumó que el caso del denominado “mecánico de oro” tiende a seguir el mismo camino.

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El caso de la “niñera de oro”, en el que están acusados el senador Víctor Bogado, Gabriela Quintana y el exsecretario de Gabinete de la Cámara de Diputados Miguel Ángel Pérez, fue elevado a juicio oral luego de cinco años de proceso. La jueza Rosarito Montanía rechazó el pedido de sobreseimiento definitivo presentado por las defensas de los procesados.

Bogado está acusado por cobro indebido de honorarios y estafa junto a su “niñera” y su exjefe de Gabinete.

En otra preliminar el senador liberal Enrique Salyn Buzarquis, acusado por la comisión de hechos punibles de usurpación de funciones públicas y lesión de confianza, también afrontará juicio oral; así lo resolvió la jueza penal de Garantías María Gricelda Caballero.

Tanto Bogado como Buzarquis venían chicaneando sus respectivos procesos por años, pero ahora ante la ola de escraches, por temor a ser blanco de este grupo organizado se presentaron a afrontar sus respectivos casos.

Los dos políticos utilizaron los mismos argumentos para sus descargos ante la jueza. Dijeron que eran víctimas de una persecución política y que eran inocentes.

Bogado expuso por más de una hora alegando que es perseguido por los adversarios que se fue ganando a lo largo de su vida política. Negó en todo momento que haya pedido que su “niñera de oro” Gabriela Quintana sea contratada por la ItaipúBinacional Itaipú, cuando ya era funcionaria de la Cámara de Diputados, en el 2013, cuando él era presidente de ese órgano.

Luego dijo que lamentaba que el entonces director de Itaipú, Flanklin Boccia, haya fallecido y no pueda aclarar cómo se dio la contratación de Quintana, ya que él no tuvo nada que ver con ese caso. Apuntó el senador que no hubo delito alguno, sino solo un error administrativo en el caso de Quintana y apuntó que todo el proceso se le formó por una fotografía que se tomó en el cumpleaños de su hija menor en la que se ve a Gabriela Quintana cargándola en brazos.

Sin embargo, el Ministerio Público presentó sobradas pruebas de que se dieron los hechos de cobro indebido de honorarios y estafa.

Además cuentan con las notas que el senador Víctor Bogado envió a la Binacional para solicitar que se contrate a su “niñera”. Por todo esto es que la jueza Rosarito Montanía decidió que todos esos elementos sean debatidos en el juicio oral.

Preliminar para supuesto testaferro 

El mismo día que resolvían que Víctor Bogado vaya a juicio oral, el juez Rubén Ayala Brun fijaba para el 19 de octubre la audiencia preliminar para Miguel Angel Carballo, supuesto testaferro del legislador.

Luego de la decisión del Ministerio Público de rectificar su pedido de sobreseimiento provisional y acusar al “mecánico de oro” por enriquecimiento ilícito, el juez Rubén Ayala Brun fijó la nueva fecha de audiencia preliminar.

En dicha diligencia se resolverá que la causa sea elevada a juicio oral y público. Las partes tienen un plazo no mayor a 10 días para comparecer ante la Secretaría del juzgado a fin de acceder a las copias del expediente judicial y a la carpeta fiscal correspondiente a la causa.

El magistrado había evitado que la Fiscalía blanquee parcialmente a Carballo. Al solicitar su sobreseimiento definitivo, el fiscal Nelson Ruiz había alegado que tenía dos pericias que demostraban que lo que el “mecánico de oro” ganaba correspondía con sus bienes. Sin embargo la fiscal adjunta Soledad Machuca rectificó dicho pedido, cambió al fiscal y pidió juicio oral y público para Carballo. En su escrito detalla todos los ingresos de Miguel Ángel Carballo y su esposa Lidia Beatriz Renaut y concluye que la pareja no puede justificar los cuantiosos bienes.

Menciona que el “mécanico” tenía un salario de poco más de G. 5 millones, constituyó la firma Rocket SA y la capitalizó con acciones valuadas en G. 1.800 millones, en el año 2008. También ese mismo año adquirió un shopping.

El “mecánico de oro” podría enfrentar juicio oral y público por enriquecimiento ilícito.

victor.franco@abc.com.py

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