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Se sabe que, debido a la cultura machista que está muy arraigada en el pensamiento del paraguayo, las mujeres son victimizadas desde temprana edad ya sea con quehaceres domésticos y diversos tipos de censuras por su simple condición de fémina, pero este tipo de maltratos con el tiempo se va agravando y muchos son los casos en que las mujeres pagan hasta con su vida la furia del hombre generalmente cuando están en pareja.
Si bien siempre hubo violencia contra las mujeres en los últimos años, esto se incrementó en forma alarmante. Es más, se crearon grupos que con movilizaciones y denuncias lograron hacer llegar hasta el Parlamento un anteproyecto de ley para proteger a las mismas de los abusos y homicidios.
Ese sueño lejano por dar protección al género femenino se hizo realidad el año pasado con la promulgación de la Ley de Protección Integral a las mujeres contra toda forma de violencia. Ahora solo falta su reglamentación.
Pero, al tiempo en que se dio a conocer el avance en materia legal para proteger a las mujeres, parece que el hambre de violencia de los hombres se desbordó.
Falta de denuncia
La violencia es solo una parte del problema, la otra es la falta de denuncia de parte de la víctima. Existen muchos casos en que una mujer es golpeada, pero solo hace la denuncia policial y no va hasta las instancias judiciales para conseguir un castigo contra su agresor.
Por el contrario, en muchos casos, sobre todo en el interior del país, la misma agredida es la que va a la comisaría a retirar la denuncia primera.
La jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, comisaria Elisa Ledesma, señaló que generalmente la primera denuncia que hace la víctima no tiene el seguimiento que se le debe dar y, por más que la Policía remita el caso al Ministerio Público, no prospera la acción por falta de interés de la propia víctima.
En el interior se constata un alto índice de personas que son agredidas por su pareja y tras la denuncia primera, antes que el seguimiento, es la misma mujer la que va a sacar a su pareja de las rejas. Esto tiene todo un trasfondo cultural de machismo, que va más allá de una simple denuncia.
Hay casos en los que se da una serie de ataques de parte del hombre a su pareja, que con el tiempo se vuelven más violentos y al final terminan en crímenes. Se debe hacer un trabajo de acompañamiento a la víctima, para poder orientarla a seguir con la denuncia hasta conseguir el castigo.
Naciones Unidas (ONU) hace unas semanas dio a conocer datos escalofriantes sobre el alto índice de feminicidios en Paraguay.
Uno de los ellos señala que en el 2016 nueve de cada diez mujeres fueron asesinadas por sus parejas o excompañeros de vida en situaciones que llegaron al límite.
Otro dato señala que entre el 2012 y 2014 el 79% de las víctimas de feminicidio fueron asesinas por sus parejas o exparejas. No es una cifra menor y llama a la preocupación de parte de este organismo.
“La violencia contra las mujeres fue el segundo hecho punible más denunciado en la Fiscalía paraguaya en 2016, y el cuarto en 2015”, apunta el reporte.
“Además, el informe estima que el 15% de las víctimas de violencia machista acudieron a una comisaría para denunciar los hechos, y que 9 de cada 10 de ellas no presentaron denuncia porque creían que podrían resolver los problemas sin ayuda”, es el dato que la comisaria Elisa Ledesma resaltó .
Voz oficial
La ministra de la Mujer, Ana Baiardi, confirmó que en enero ya hubo ocho casos de feminicidio en el país y se mostró muy alarmada por el incremento de hechos.
Si se hace un cálculo teniendo en cuenta que en el 2016 hubo 39 casos de feminicidio y que y ahora en un solo mes ya se registraron ocho, a este ritmo se podría superar el centenar de mujeres victimizadas.
La ministra se comprometió a hacer un seguimiento de todos los casos y hablar con los fiscales que llevan las causas, para hacer un acompañamiento y no una intervención. Lo que se quiere hacer es que estas causas tengan un acompañamiento en los estrados judiciales para que no se pierdan en el oparei por falta de seguimiento de la víctima, en ocasiones presionada por su propio victimario o tal vez por chicanas judiciales, como se suele dar en la mayoría de los procesos que no son vigilados.
El Ministerio de la Mujer asegura que trabaja para evitar que los casos se repitan, pero el problema va más allá de tener una ley que sancione el feminicidio con mano más dura que un simple crimen, ya que se tienen que atacar de raíz problemas como el machisno, el miedo a denunciar y seguir los casos contra los hombres violentos, además de otras cuestiones.
Por el momento la ley contra la violencia de género todavía no fue reglamentada y es letra muerta mientras no esté en vigencia plena. Se espera que luego del receso parlamentario las impulsoras de la ley y las organizaciones feministas apuren la reglamentación.
01
Pedidos de auxilio
Más de 3.000 pedidos de auxilio por violencia intrafamiliar fueron recibidos en el Sistema 911, de la Policía Nacional, solo en el primer mes del año, según las estadísticas que dieron a conocer desde Relaciones Públicas.
02
Peligroso aumento
En el 2016 se registraron 39 muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, pero en solo un mes de este año ya se dieron ocho casos de feminicidios, y esa alarmante cifra es un mal presagio para lo que resta del 2017.
03
La violencia
La violencia contra las mujeres fue el segundo hecho punible más denunciado en el Ministerio Público de Paraguay en el 2016 y el cuarto en el año 2015, según un reporte dado a conocer por Naciones Unidas.
La Ley #PorEllas: un logro importante
El 27 de diciembre pasado el Poder Ejecutivo promulgó la Ley N° 5777, de Protección Integral a las Mujeres, contra todo tipo de violencia.
Gracias a esta ley, que también es conocida como La Ley #PorEllas, se pena el feminicidio con una expectativa de pena que va de 10 hasta 30 años de cárcel.
La Ley Nº 5777 entrará en vigencia totalmente recién este año, una vez que la reglamente el Congreso nacional.
El Ministerio de Defensa Pública deberá prestar asistencia jurídica y patrocinio legal a las mujeres en situación de violencia, sin necesidad de prestar el beneficio de litigar sin gastos, debiendo llevar un registro de todos los casos de violencia y reportarlos al Sistema Unificado y Estandarizado de Registro, refiere la normativa.
En cuanto a las medidas de protección contra la violencia doméstica, la ley prevé que en los casos de violencia entre cónyuges, convivientes o parejas sentimentales, aunque se trate de relaciones vigentes o finalizadas, la persona denunciada se mantenga a una distancia determinada mínima de la mujer, de sus hijos y de otras personas vinculadas a ella.