Los grandes vinos chilenos

Los más destacados vinos de aquel país, esos que desde hace años son grandes marcas en el mercado internacional. Les voy a contar cuáles son mis preferidos.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2041

Cargando...

Almaviva

Ya van 22 años de este ícono chileno considerado por los enófilos como un súper premium. Este fue uno de los primeros de muchos que, con éxito, han incursionado en el mundo de los vinos de alta gama del país trasandino.

Almaviva es, sin dudas, uno de los vinos chilenos más reconocidos y deseados en el mundo. Una bodega única, no muy lejos de la capital de Chile, Santiago, que tuve el placer de visitar en noviembre del 2012 con uno de los grupos que siempre me acompañan en mis viajes enológicos, y que —si todo sale bien— lo volveremos a repetir en los primeros días de abril del 2019.

Creado por un joint venture entre la famosa bodega de Burdeos, Château Mouton Rothschild y la reconocida viña de Concha y Toro, nació con la misión de crear un vino con alma francesa en suelo chileno en el año 1996. Seleccionaron los mejores viñedos de Concha y Toro, para dar los frutos necesarios para este vino que es un blend único. Desde su creación está bajo la tutela del gran enólogo francés, Michel Friou. Tienen 20 añadas en el mercado, desde 1996 hasta el último en salir al mercado, en 2015. Elaborado principalmente de Cabernet Sauvignon (su base y espina dorsal) varía año tras año según las características de la añada, con complementos de uvas, como Cabernet Franc, Merlot, Carmenere y Petit Verdot. Son vinos de alta guarda, que no les asusta el tiempo, siempre y cuando sean conservados adecuadamente. 

Prueba de ello fue la cata horizontal realizada hace poco con los 20 vinos desde su creación. Algunos de los presentes dijeron que el vino de 1996 tiene por delante muchos más años de vida. Con ello, se puede volver a rectificar el mito de que los vinos sudamericanos no son para la guarda, ya que en este caso se comprueba que cae totalmente. El vino Almaviva es comercializado en el Paraguay por Andina, Ramírez Díaz de Espada y Mannah.

Viñedo Chadwick

El vino Viñedo Chadwick, elaborado por la bodega Errazuriz como su vino ícono, pero comercializado en forma casi independiente, lanzó sus primeras botellas en el año 1999. En aquel entonces fue un blend con 94 % de Cabernet Sauvignon y 6 % de Carmenere. Hoy en día, este vino es un 100 % Cabernet Sauvignon, con una guarda de más de 20 meses en barrica de roble. Representa para el mundo lo que Chile tiene en calidad en la cepa Cabernet Sauvignon, considerada por muchos profesionales como una de las mejores del mundo. Este fantástico vino que llega en cuenta gotas a nuestro mercado y es importado por Edesa.

Seña

El famoso enólogo y propietario de bodegas en California, EE. UU., Robert Mondavi también “le echó el ojo” al terroir de Chile, fue así que creó junto a su amigo Eduardo Chadwick, un joint venture llamado Seña que, desde el año 1996, nos brida unos vinos fantásticos. Todos son blends, provenientes de las 42 ha con uvas bordolesas, es decir, para aquellos que no saben son las cepas Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Carmenere, Malbec y Petit Verdot. Cada año debe ser todo un desafío para el enólogo hacer el corte, pero lo único que les puedo asegurar es que siempre obtienen un resultado extraordinario. Este vino es importado en el Paraguay por Andina.

Don Melchor

Otro gran producto chileno que se destaca en todo el mundo por su gran calidad es uno de los más famosos de todos, ya con varias las cosechas encima, porque existe desde el año 1987. Se trata nada más y nada menos que del famoso Don Melchor, de viña Concha y Toro. Este vino ícono es elaborado con uvas Cabernet Sauvignon (siempre con más del 90 %) y toques pequeños de Cabernet Franc y o Petit Verdot. Probablemente sea el primer vino ícono de Chile, al que todos apreciamos y, sobre todo, lo disfrutamos. Recuerdo que ya en el año 1998 se vendía en el restaurante Oliver´s (Cerro Corá esquina Independencia Nacional), donde lo disfrutamos en la primera cata que organicé en el Paraguay. Importado por Ramírez Díaz de Espada, este vino nunca falla.

Clos Apalta

No puedo dejar de hablar de otro vino ícono con espíritu chileno, pero 100 % francés, de propietarios franceses. Hablo del Clos Apalta, un vino que se elabora desde 1997. Este vino quiere realzar el gran terroir de Apalta en el valle de Colchagua, en donde la cepa Carmenere da unos vinos extraordinarios. Por supuesto, la magia del enólogo está en hacer un blend maravilloso con las uvas —todas biodinámicas— que ese terroir brinda para lograr lo mejor de lo mejor. Es importado en el Paraguay por Andina. Sé que mi amiga Alejandra está disfrutando en este momento de su trabajo en esa viña.

Apreciados lectores, si pueden, les recomiendo algún día comprar estas botellas, ya que no se van a arrepentir, y si desean guardarlas, puede que aún queden mejor con los años. ¡Salud a todos! y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...