Posturas correctas

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¿Cuidás tu cuerpo como realmente se merece?

Cada día adoptamos posturas que no siempre son beneficiosas para nuestro cuerpo. Normalmente no nos damos cuenta de que ciertas tareas que realizamos no las hacemos con la postura correcta y, por lo tanto, no nos proporcionan ningún beneficio. Mantener una buena postura corporal nos beneficia tanto desde el punto de vista de la salud como de la estética. Si nos mantenemos erguidos y con la espalda recta, evitaremos problemas musculares y de columna, tendremos una buena oxigenación y una apariencia esbelta. Veamos las actividades cotidianas en las que debemos adoptar la postura correcta.

La postura correcta para escribir

Desde niño/a, además de aprender a leer, escribir, resolver problemas, etc., tienes que aprender a adoptar una postura adecuada, en tu silla en el aula o fuera de ella, siempre que te dispongas a escribir. No olvides que los malos hábitos que aprendes a edades tempranas ya son muy difíciles de corregir en la edad adulta. Si adoptas una mala postura al hacer tus deberes escolares, debes corregirlas ahora.

Considera que la mesa con silla o la silla con pupitre que utilizas para hacer tus tareas debe tener una altura adecuada. Tu espalda debe estar erguida, por lo que debes utilizar una silla con respaldo para apoyarte en él. Tus pies deben reposar en el suelo y tus codos, flexionados, tienes que apoyarlos en la mesa.

Si eres zurdo, los libros y cuadernos debes colocar en la parte derecha de la mesa, al contrario si eres diestro. El peso de tu cuerpo debes cargar en el lado que no escribes.

Cuando empiezas a escribir, tu brazo y tu muñeca debes apoyarlos en la mesa. Es importante que no presiones el lápiz sobre el papel a la hora de escribir, pintar, etc.

Una buena postura al escribir beneficiará a tu espalda y columna vertebral, así como te ayudará a mantenerte atento en clase.

¿Es conveniente cargar la mochila a diario en la espalda?

Depende de la cantidad de peso que se cargue y de las alternativas que existan:

El peso transportado en la mochila no debe exceder del 10 % del peso del sujeto que transporta. Los estudiantes que llevan sus libros a clase suelen exceder ese límite. En ese caso, lo perjudicial no es el método de transporte, sino la carga excesiva.

Cuando es posible, es mejor evitar el transporte de la carga. Si hay que transportar la carga, lo mejor es que la espalda no la padezca. Una mochila con ruedas, que permita estirarla en vez de cargarla, es la mejor alternativa, especialmente si su diseño le permite ajustarse a la altura del sujeto y arrastrarla cómodamente.

Si la mochila con ruedas no es posible, coloca tu mochila en el centro de tu espalda, colgada de ambos hombros, lo más cerca posible del cuerpo y sujeta a la espalda; es mejor alternativa que transportar el peso cargado de un hombro o colgado de un brazo.

Una mala postura con el cuerpo, inclinado hacia delante o exageradamente derecho, dificultará tu respiración y puede redundar en problemas como dolor de espalda o generar enfermedades de la columna vertebral; además de comprimir los órganos de la digestión y provocar molestias digestivas.

Actividades

Marca en los paréntesis las normas para mantener una buena postura

( ) Mantiene tu cuerpo físicamente pasivo.

( ) Realiza ejercicios físicos para tener buen estado.

( ) Evita flexionar las rodillas al recoger objetos.

( ) Mantiene tu espalda recta, al estar de pie, sentado o caminando.

( ) Evita el sobrepeso.

( ) Reparte el peso en ambos brazos al llevar objetos.

( ) Respira correctamente.

( ) Fortalece tu musculatura con ejercicios intensos.

( ) Transporta tu mochila cargado de un hombro o colgado de un brazo.

( ) Evita una vida sedentaria que lleva a la obesidad.

( ) Cuida tu alimentación.

( ) Consulta con el médico ante cualquier molestia.
                   

Fuente de consulta

Salud 7. Atlas. Asunción. 2010

http://www.terra.com/salud/articulo/html/sal4666.htm
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