El aula, las relaciones interpersonales, el clima para aprender y crear (2)

La conducción de la clase implica un conjunto de acciones que van más allá de la administración de la disciplina o la asignatura.

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Incluye la forma en que el educador se relaciona con sus estudiantes y su preocupación por algunos aspectos como:

- Organización del espacio físico.

- Creación de rutinas.

- Gestión efectiva del tiempo.

Analicemos los aspectos señalados que colaboran para crear un ambiente que incide en la generación de un clima favorable para el aprendizaje.

Organización del espacio físico

Hay aspectos de una sala de clase que los educadores no pueden controlar, como el espacio que ocupan las puertas y ventanas, número de estudiantes, entre otros. Pero hay otros elementos que sí pueden ser intervenidos, como la organización del espacio físico, la manera como se estructura el día, qué hacemos primero, cómo organizamos las tareas, cómo son las expectativas de aprendizaje hacia los niños. Cuando un docente cree en sus estudiantes, confía en sus posibilidades y ama su tarea, el estudiante percibe que son importantes para el educador.

Cuando un grupo es sentido como una carga, que no va aprender nunca, el estudiante se percibe como un desvalido, un inútil. Entonces, las consecuencias están a la vista: no vale hacer esfuerzos. Es frecuente que el educador, al inicio de clases, diga a un padre o una madre: «Señora, su hijo no pasará de grado, no sabe nada». Este mensaje es muy potente y disminuirá todas las posibilidades de aprender, procurar y pensar en una meta. Cuando más pequeño es el niño, más necesita sentir que es considerado y que su aprendizaje es valioso, y las altas expectativas del adulto le marcan un rumbo a su aprendizaje.

La sala de clases refleja las metas de los estudiantes, por eso necesitan que estas estén bien organizadas, ordenadas y predecibles, lo que no implica que se transformen en un ambiente rígido, en el cual los materiales estén encerrados en un armario; por el contrario, el docente debe ser capaz de organizar la clase, sin dejar de fomentar la creatividad, participación y el encuentro entre pares.

Una sala de clases bien organizada es aquella que se adecua a las necesidades de los estudiantes: las estrategias y actividades diseñadas por el docente para su proceso de enseñanza y aprendizaje; fomenta y promueve la interrelación entre los estudiantes y sus docentes y, por lo tanto, ayuda al buen comportamiento de los estudiantes.

Aquí compartimos algunas preguntas que ayudarán a observar el aspecto físico del aula:

- ¿Qué sensación se siente al entrar en la sala de clases?

- ¿Orden?

- ¿Acogida?

- ¿Desorden?

- ¿Descuido?

- ¿Es un espacio donde me gustaría estar cuatro o más horas al día?

- ¿Me gustaría aprender en este espacio?

- ¿Podría aprender efectivamente?

- ¿Podría enseñar en este espacio?

Elaborado por: Ministerio de Educación y Cultura.

Fuente

Zula y Pereira Pérez. Las dinámicas interactivas en el ámbito universitario: el clima de aula. Revista Electrónica Educare, vol. XIV, noviembre, 2010. Págs. 7-20. Universidad Nacional Costa Rica.

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