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Con esta alevosía, la Eletrobras puede disponer a su arbitrio, sin costo alguno, la electricidad no utilizada por Paraguay. Nelson Cristaldo, conocido experto compatriota, calcula en unos US$ 140.000 millones anuales la contribución del excedente paraguayo –unos 38 millones de megavatios hora– al Producto Interno Bruto brasileño.
El propósito brasileño –a costa de la violación del objeto y fin del Tratado y la complicidad de los negociadores, burócratas paraguayos– fue ampliamente conseguido: Itaipú para Brasil.
Después de cuarenta años, con un aprovechamiento del 7% de la producción y con un 93% para la otra margen queda corroborado el aserto.
No se puede reclamar
El Consejo de Administración no debe desconocer los compromisos asumidos en la Declaración del 25 de julio de 2009. En ella hay cuestiones urgentes a resolver.
En efecto, la declaración conjunta entre Lula y Lugo fue en realidad la respuesta oficial sobre los seis puntos demandados por Paraguay en la mesa de negociaciones de 2008.
Itamaraty, para distraer la atención y rechazar de plano los justos pedidos (soberanía energética, libre disponibilidad, precio justo, cogestión paritaria, esclusa de navegación, obras faltantes) echó mano a la “caja china”.
Triplicó la compensación, construyó la línea de 500 kV (pagado por el Focem), amplió y seccionó la subestación de la margen derecha. La mencionada caja no es más que la estratagema aplicada por los milenarios chinos para cambiar el foco de la atención sobre un asunto urgente y comprometedor.
No obstante, en la declaración conjunta –sobre la energía excedente adquirida gratuitamente por la Eletrobras para revenderla con pingues beneficios en el mercado brasileño– Brasil se comprometió en el punto seis:
Reconocer “… la conveniencia de la ANDE, pueda gradualmente, a la brevedad posible, comercializar, en el mercado brasileño, energía de Itaipú correspondiente a los derechos de adquisición del Paraguay”.
Por fin, el socio condómino pone en entredicho el aprovechamiento indebido de la Eletrobras.
Sí, se puede reclamar
Por tanto, le corresponde a la ANDE adquirir de Itaipú la energía que no utiliza para después revenderla en el mercado brasileño.
Concierne a los consejeros nacionales arbitrar las medidas necesarias para ejercer este derecho consagrado en el Tratado de Itaipú. Deben insistir –no complicarse– al Ejecutivo sobre esta cuestión, como un ineludible compromiso constitucional.
Con la estrategia de los “Tres monos sabios”, a lo sumo se puede conseguir una próspera estabilidad laboral. Pero todo ello, a cambio de una vergonzosa traición a la patria.
Este reclamo sí se puede, porque se sustenta en un compromiso acordado entre gobiernos en el 2009, sustentable en el Tratado de Itaipú.
Como el tema Itaipú es poco conocido por nuestra juventud. Los responsables de su administración, a tono con el tiempo, debieran pensarlo mejor.
Ya no alcanza con conformarse con el programa de responsabilidad social, una agenda distractora para incautos que replica la “caja china”.
Llegó la hora de servir a la patria.
* Millones
El Ing. Nelson Cristaldo calcula en US$ 140.000 millones anuales la contribución del excedente paraguayo –unos 38 millones de MWh– al PIB brasileño.
* Brasil
El propósito brasileño –a costa de la violación del objeto y fin del Tratado y la complicidad paraguaya– fue ampliamente conseguido: Itaipú para Brasil.