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El general Pozzo presentará su nuevo libro el miércoles 24 de este mes, a las 18:30, en el sexto piso el edificio con acceso sobre la callera Herrera, que forma parte del complejo periodístico ABC Color.
Hemos recorrido con el Dr. Juan Antonio Pozzo Moreno casi toda la geografía patria, llevando algunas luces sobre el entenebrecido proyecto de Itaipú. Nuestra senda, para muchos, parecía más una gira andaluza de Don Quijote de la Mancha, que una cruzada energética de un general paraguayo.
Y tal vez tengan razón; llevar principios y valores a la mayoría de los administradores energéticos es como lancear molinos de viento. Estos, al igual que las máquinas medievales, giran, giran, con muy poco rendimiento y numerosas vueltas estériles.
El general Pozzo, en muchas de sus valientes exposiciones, con su fina ironía, se burlaba de la erudición técnica de los entreguistas. El disfraz que utilizan, decía, varía en matices, formas y fondos; oscilan entre grises caretas diplomáticas, coloridos mamelucos de sindicalistas, floreados ropajes gerenciales, hasta lúgubres trajes de leguleyos. Y todos ellos haciendo gala de su pedantería claudicante, tanto como de sus cuantiosos salarios. El pago a la subordinación es su propio cargo de alto gerente. Con ello, por añadidura, logran beneficios económicos de brahmanes.
Esta obra, “ITAIPÚ ¿Asociación ilícita para delinquir?”, al igual que la de Miguel de Cervantes Saavedra en su tiempo, probablemente encontrará muy pocos que la alaben.
No lo hará un diplomático que hipotecó la mitad del río Paraná por 50 años; tampoco lo exaltará un ministro de Energía, Obras o de Hacienda, porque verán las migajas extraídas de Itaipú como salvación de nuestra escuálida res pública.
Además de la inmensa palanca desarrollista que podría habernos brindado la energía limpia y segura de Itaipú, perdimos financieramente.
Los intereses usurarios, insertos en el costo, pero honrados en partes iguales, durante más de cuatro décadas, justifican plenamente el título de esta obra. Para los brasileños, la Itaipú es un negocio redondo; ganaron por cielo, tierra y mar; fue como extraer dinero de un bolsillo y depositarlo en el otro.
La ganancia financiera de Itaipú canceló la cuenta energética en el 2008, según Jeffrey Sachs, respetado estudioso del Columbia Valley, sobre las finanzas del tercer mundo. Pero no saldó la deuda moral y ética de varios gobiernos brasileños, y mucho menos, la deuda criminal de gobiernos paraguayos que se sucedieron desde 1973.
Los ingenieros de 60 Hertz, frecuencia brasileña (en la usina binacional), verán siempre al Tratado como un acuerdo desarrollista; los de 50 Hertz, como una obra extravagante que se pavonea en el horizonte, pero que genera solamente esperanzas. Un amalgama entre lo lírico, épico, trágico y cómico. Usted, amable lector, podrá disfrutar estos conceptos en cada página que analice.
La expresión: “El total de pagos por el servicio de la deuda, al final del año 2012, era US$ 57.900 millones y el monto pendiente de pago, US$ 13.900 millones, el costo del proyecto Itaipú alcanza US$ 71.800 millones” denota una preocupación de Estado. Esta pesadumbre económica del general Pozzo es la prueba que para escribir un libro, una columna o una opinión, no solo se requiere dotes literarias y técnicas, sino sensibilidad social.
La multiplicación considerable y desconsiderada de los costos iniciales fue el primer paso de muchos que nos condujeron a la entrega paulatina de dos portentos energéticos. La soberanía del río Paraná, incluyendo sus maravillosos Saltos del Guairá, quedó a merced de los socios. El general demuestra con precisión matemática esto y mucho más.
Es por ello que esta obra la deben leer los estudiantes de derecho, economía, ingeniería y otras ciencias sociales. Será, así como la colección completa de sus libros, una literatura obligada para defender tesis de graduación y posgraduación. Pero, como la obra está escrita en forma sencilla y amena, también lo podrán interpretar las hinchadas de las graderías norte y sur, así como las vendedoras de los mercados y los artesanos del cotidiano vivir.
Pelear una batalla al lado de un valeroso, no es privilegio de cualquiera. Me cupo hacerlo al lado de un general del ejército paraguayo, cuyo sable no ha sufrido la vil metamorfosis a una cuchara.
Dicen que para un guerrero espartano, lo más sublime era elevarse al parnaso en medio de una beligerancia de diez a uno. También lo fue para los soldados de la Guerra Grande. El general Pozzo, genuino sucesor de los López y madre residenta, ha completado el anhelo de todo hombre de bien: la transformación del glorioso uniforme del gladiador, en la toga del pensador honesto. Dicen que una pluma bien empuñada es mejor que mil cañones.
No obstante, así como el patriarca Moisés, puede que aún deba cumplir las tres etapas de un líder: 40 años como príncipe, 40 años como criador de cabras y ovejas y 40 años como guía de un pueblo rebelde y contumaz, en un desierto estéril ... y aun así, no consiga entrar en la tierra prometida.
(*) Exsuperintendente de Energía Renovables de Itaipú.