Cargando...
Comercializando potencia
Las empresas ANDE y Eletrobrás contratan anualmente de Itaipú la potencia o la capacidad disponible en cada una de las veinte turbinas de la usina hidroeléctrica. Esta disponibilidad, siempre inferior a la potencia instalada, es ponderada en unos 145.620.000 kilovatios a ser comercializadas por Itaipú y que desde el 2009, tiene una tarifa de US$ 22,60 el kWmes. Con esta potencia disponible para la contratación, la empresa binacional cubre suficientemente todo el costo anual de servicio de electricidad presupuestado en US$ 3.291.000.000.
Acorde con el Tratado de Itaipú, no hay rédito, renta, utilidad o beneficio.
Cambio de estrategia
No obstante, para permanecer en Itaipú como funcionario de exagerado salario era menester mantener satisfecha a la clientela, aunque detentora del poder político, con magras pagas.
Ante la emergencia surgió otra inventiva.
En efecto, los órganos de administración en el año 2002 (RDE 145/02 y RCA 020/02) dividió la producción energética básicamente en energía:
- garantizada y
- adicional a la garantizada.
Desde entonces, obviando el Tratado, se comercializó energía en vez de potencia. Un detalle no menor es que con esta metodología se encarecía el costo del servicio.
Se calculó en 75.135.000 MWh de energía garantizada, a una tarifa de 43,80 el MWh como suficiente para atender el costo total del servicio de electricidad, presupuestado en US$ 3.291.000.000 (US$ 3.291.000.000 / 75.135.000 MWh = US$ 43,80).
La cantidad que superaba la energía garantizada era caracterizada como energía adicional a la garantizada.
Solo en el 20015 este adicional ingresó en las arcas de Itaipú US$ 76.370.000 (13.440.496 MWh de energía adicional x US$ 5,682 el MWh).
El dinero así obtenido –que de hecho aumentaba el costo total del servicio de electricidad a US$ 3.367.382.000 (US$ 3.291.012.000 + US$ 76.370.000)– quedaba al arbitrio de Itaipú y no de los fiscos de los socios.
A los efectos prácticos, en el 2015:
145.620.000 kW de potencia tiene un costo de US$ 3.291.012.000;
88.575.016 MWh de energía tiene un costo de US$ 3.367.382.000.
Es importante señalar que a mayor cantidad de energía adicional, a US$ 5,68 el MWh, se reduce la tarifa de la energía adquirida. Ejemplos:
Eletrobrás pagó por 77.938.693 MWh (67.773.185 MWh garantizada + 10.165.508 MWh adicional) US$ 3.023.304.000 a una tarifa media de US$ 38,79 el MWh;
ANDE pagó por 10.636.323 MWh (7.361.335 MWh garantizada + 3.274.988 MWh adicional) US$ 344.078.000 a una tarifa media de US$ 32,34 el MWh.
En Itaipú, por 88.575.016 MWh ingresaron US$ 3.367.382.000, a una media de US$ 38 el MWh.
Cabe notar la asimetría en la distribución de la energía adicional a la garantizada, que según los términos del Tratado debería ser mitad y mitad. No obstante, se distribuye en la proporción de la potencia contratada.
Ocultando ingresos
En el balance, Ingresos Operacionales 2015, se escribe a secas “Provisión de energía” en vez de “Provisión de energía garantizada”. Se escribe “Reembolso de costos energía no vinculada” en vez de “Ingreso por la energía garantizada”. Todo ello, con la finalidad de confundir para ocultar los valores de la energía adicional a la garantizada.
Al respecto, el reconocido columnista, ingeniero Luis María Fleitas, señala a los lectores del Suplemento Económico de ABC Color:
“Mientras exista una ‘caja chica’ que se desvíe de los controles parlamentarios, los presidentes de turno no abdicarán de esa fuente rápida y pragmática de financiamiento”.
“…Dicen que ser presidente cuesta entre US$ 20 millones y US$ 50 millones. La caja chica de los gastos sociales provee entre US$ 60 millones y US$ 80 millones al año. ¡Negocio redondo!”.
(*) juanantoniopozzo@gmail.com