Los infructuosos reclamos del 2008 (I)

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a. Antecedentes

La redacción del Tratado de Itaipú fue manejado al margen de la opinión pública. Con suma discreción, los negociadores paraguayos se adecuaron a las pretensiones de sus similares brasileños en contra de los intereses de la nación.

La prudencia rasgo distintivo de la diplomacia, si bien es necesaria para tratar delicados asuntos internacionales, en los gobiernos autoritarios cuando la opinión pública le es adversa apelan al secreto de Estado para evadir el control público.

Los principales medios de prensa, “La Tribuna” y “ABC Color”, forzando el margen de tolerancia imperante, advirtieron sobre el enorme perjuicio que ocasionaría al país la ratificación parlamentaria del documento acordado por cancilleres de Paraguay y Brasil el 26 de abril de 1973.

No obstante, la reacción de los opositores, las manifestaciones de protesta de los intelectuales, estudiantes, obreros y ciudadanos en general no alcanzaron para detener la aplanadora parlamentaria oficialista que lo ratificó convirtiéndolo en Ley de la Nación el 17 de julio de 1973.

Después de 1989, los sucesivos Gobiernos no tuvieron inconvenientes en seguir conviviendo con el perjudicial Tratado de 1973, un mamotreto fuera del compromiso entre gobiernos suscrito en el Acta de Foz de Yguazú de 1966. Lo que en realidad convenía eran las generosas dádivas distribuidas como “beneficios del cargo”. Entre tanto, el “statu quo” no debía ser alterado.

b. Público reclamo

Las protestas de la opinión pública no se hicieron esperar exigiendo equidad y cogestión paritaria. Comenzaron antes de la ratificación parlamentaria y con mayor énfasis después de 1989. El diario ABC Color, antes y después, no paraba de reclamar con irrebatibles argumentos los pisoteados derechos de la margen derecha.

Durante la larga transición hacia la democracia, se dictaron numerosas conferencias con especialistas y estudiosos del tema. En Asunción; en Resistencia, Argentina; en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, en Universidades privadas, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional. También en numerosos centros de estudios universitarios del interior del país; en la Casa Paraguaya de Buenos Aires, en Puerto Yguazú, etc.

Comunidades paraguayas en el extranjero también se manifestaban a favor de la recuperación de la soberanía energética. Resalta entre ellas, la realizada frente a la ONU, en Suiza, el 26 de abril de 2009. También, en la misma fecha, coincidente con el 36º aniversario de la firma del Tratado, numerosos paraguayos protestaron frente a la embajada brasileña de Asunción y consulados brasileños de Nueva York, Washington, París y Buenos Aires.

Pese a la indiferencia de los gobiernos, la causa Itaipú se fue instalando como un ineludible tema de discusión.

c. Planteos puntuales

Fernando Lugo Méndez, destituido por el Congreso en junio de 2012, como parte medular de su campaña para ganar su inconclusa presidencia incluyó en su agenda la recuperación de la soberanía energética en Itaipú. Esta causa nacional, la recuperación de la soberanía energética, promovida sin descanso por el diario ABC Color, debatido permanentemente en su Suplemento Económico y años de insistente prédica editorial tuvo resultados. Se pudo comprobar que el pueblo se identificaba con la idea cuando el 15 de agosto del 2008 consiguió que Fernando Lugo se instale en la primera magistratura de la nación.

En mayo de 2008, el Gobierno entrante conformó un grupo de estudio energético que planteó la necesidad de revisar el Tratado de Itaipú, sus Anexos y Actas Reversales.

Fue elaborado un listado de seis puntos:

1) La soberanía energética o libre disponibilidad de la energía que corresponde por derecho al Paraguay;

2) El “precio justo” que debe pagar el Brasil por la energía cedida;

3) El pasivo o la deuda de Itaipú;

4) La administración paritaria o cogestión plena de la entidad Itaipú Binacional;

5) La fiscalización por los organismos de control de ambos países para transparentar la gestión económico-financiera y

6) La terminación de las obras faltantes o inconclusas en la margen derecha.

Los seis puntos fueron puestos a consideración del presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva quien envió al Paraguay a su asesor para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García con una comitiva.

El 1 de agosto, García se reunió con Efraín Enriquéz Gamón vocero oficial de la comitiva paraguaya conformada por Ricardo Canese, Asesor para temas energéticos; Carlos Mateo Balmelli, nominado para director general paraguayo en Itaipú; Carlos Cardozo, nominado para director paraguayo en Yacyretá y Emilio Camacho, nominado para Asesor Jurídico del Ejecutivo.

Para Marco Aurelio García “ese encuentro abría no una ventana sino una gran puerta que nos conducía a un nuevo escenario en donde se focalizarán las relaciones entre Paraguay y Brasil, y más allá del tema Itaipú”. También expresó “que los seis puntos planteados no son excluyentes de otros, concomitantes o complementarios, tales como asistencia financiera para proyectos conjuntos, incluso comerciales y de frontera, etc.”.

Para el asesor de Lula “las ideas expuestas verbalmente, como el contenido del documento, como las llaves para dar el primer paso y servir de soporte a decidirse en el más alto nivel político, en la instalación de una mesa de negociación entre ambos países condóminos de la empresa y a nivel de Gobierno y Técnicos en la materia” (ENRIQUÉZ GAMÓN, Efraín. Itaipú Binacional en una nueva dimensión histórica. Editorial Arandú. 2009. p. 37 y p. 38).

d. La mesa negociadora.

Resuelto por ambos gobiernos la conformación de una mesa negociadora para tratar los seis puntos planteados por el Gobierno paraguayo se integró la Comisión de Negociación para la Revisión y Cumplimiento del Tratado de Itaipú.

Por el Paraguay:

–Jorge Lara Castro, viceministro de Relaciones Exteriores; Samuel González, viceministro de Obras Públicas y Comunicaciones; Efraín Enriquéz Gamón, Consejero de la Itaipú Binacional; Hugo Ruiz Díaz, Asesor Jurídico de la Presidencia de la República; Jorge Rolón Luna, representante de la Cancillería ante el Consejo; - Ricardo Canese, Coordinador de la Mesa Negociadora, y Gustavo Codas, asesor para temas energéticos de la Cancillería. Fue notoria la ausencia del director general paraguayo Carlos Matero Balmelli.

Por el Brasil:

- Marcio Pereira Zimmerman, ministro interino de Minas y Energía; Enio Cordeiro, de la Cancillería, subsecretario general para la América del Sur; Luiz Eduardo Melía de Cavalho e Silva; jefe de Gabinete del ministro de Hacienda; Jorge Samek, director general brasileño de Itaipú; Válter Luiz Cardeal de Souza, director de Ingeniería Eletrobrás; João Bonifacio Cabral Junior, director jurídico de Itaipú; Antonio Otelo Cardozo, director técnico ejecutivo de Itaipú; Renato Soares Sacramento de la Eletrobrás; Marisete Fátima Daldad Pereira, del Tesoro Nacional Brasileño y Hailton Madureira de Almeida, Tesoro Nacional Brasileño.

En la segunda reunión de la mesa negociadora, llevada a cabo el 27 de octubre de 2008 con la participación en la delegación paraguaya de José Méndez Vall, estuvo ausente de Cavalho e Silva de Brasil. Estuvieron presentes también asistentes técnicos y personal de Secretaría.

- Enio Cordeiro de Itamaraty, sobre la libre disponibilidad, el precio justo y la deuda se reafirmó en nombre de su delegación la necesidad de dar cumplimiento al Artículo XIII del Tratado que establece que: “La energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico a que se refiere el Artículo I será dividida en partes iguales entre los dos países, siendo reconocido a cada uno de ellos el derecho de adquisición, en la forma establecida en el Artículo XIV, de la energía que no sea utilizada por el otro país para el propio consumo”. Parágrafo único: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a adquirir, conjunta o separadamente en la forma que acordaren, el total de la potencia instalada”. Cordeiro dijo que:

1) “No se presentaron elementos nuevos que sirvan de base para una profundización del tema (aún cuando sí aportaron nuevos elementos las subcomisiones de Energía y Deuda)”; 2) “No ven la posibilidad de exportar la energía a terceros países” (p.48). 3) “Esto es inviable porque Itaipú se hizo para el Brasil y el Paraguay; la integración energética sudamericana sólo podrá hacerse en el marco de un nuevo Tratado al nivel de Unasur; la alteración de las normas y prácticas vigentes es inviable que pueda pasar por el Congreso brasileño, recordando que el aprovechamiento hidroeléctrico tiene como objetivo y destino final dos países: Brasil y Paraguay” (p.49).

4) La delegación brasileña reiteró que: “…el Brasil hace la oferta de US$ un mil millones (mil millones de dólares) para contribuir a financiar un paquete de proyectos compartidos como: líneas de crédito, construcción de puentes y caminos, etc.,” (p.50) para beneficiar a la economía paraguaya.

- Efraín Enriquéz Gamón, consejero de Itaipú y principal portavoz de la reunión, del intercambio de ideas y planteamientos en las discusiones, infortunadamente dijo:

1) “Habría que recordar que el Brasil fue quien aportó los recursos para el financiamiento de la obra y otra hubiera sido la situación si el financiamiento fuese compartido. 2) la comisión ‘negociadora brasileña’ no tiene posibilidad ni atribución para renegociar el Tratado. Ambas partes deberán más bien tratar y expedirse sobre aspectos prácticos inmediatos. 3) Si bien la energía de Itaipú alimenta a un buen sector de la demanda energética brasileña (el 19% del total), Brasil no accederá en un corto plazo a la libre disponibilidad, ya que el consumo del mercado (especialmente de San Pablo y Río de Janeiro) incluye la parte de la energía cedida” (p.50).

- Sobre la infortunada intervención:

1) No es posible que el máximo vocero de la representación paraguaya ignore que Itaipú se financió a sí misma. Aceptar el discurso mentiroso, que Brasil financió la obra y que como una concesión graciosa compartió con Paraguay el aprovechamiento de Itaipú, denota un profundo desconocimiento del proceso que condujo a la forzosa asociación.

2) La construcción de la represa fue por iniciativa del Gobierno brasileño que para resolver su demanda energética, sin la participación paraguaya, llegó a recurrir en junio de 1965 a la solución militar invadiendo Puerto Renato, en territorio nacional. Como otra alternativa para la construcción unilateral del proyecto no se descartaba el desvío del curso del Paraná. Todas ellas jurídicamente inadmisibles.

3) Resuelto la controversia por la vía diplomática, gracias a intervención de los Estados Unidos, se decidió la construcción de la obra en el cauce del condómino río Paraná con forzoso involucramiento de Paraguay.

4) Entonces, era de estricta justicia el aval financiero brasileño. Todo ello, a cambio de la mitad de la producción para la margen derecha.

Debernardi y los negociadores sabían que el Paraguay no aportaría ni financiaría el proyecto de interés puramente brasileño. Reglas de juego.

El agua del río compartido y los daños de la inundación que expulsó de sus tierras ancestrales a más de treinta poblaciones nativas sumergiendo en el embalse el irrepetible Salto del Guairá, el bosque Atlántico con su rica fauna, eran aportes paraguayos más que suficientes por un miserable 7% del aprovechamiento.

Mentiras

Aceptar el discurso mentiroso, que Brasil financió la obra y que como una concesión graciosa compartió con Paraguay Itaipú, denota desconocimiento...

Invasión

Con la intención de excluir al Paraguay, Brasil recurrió en junio de 1965 inclusive a la solución militar, invadiendo Puerto Renato.

Desvío

Como otra alternativa para la construcción unilateral..., no descartaba el desvío del curso del Paraná. Todas ellas jurídicamente inadmisibles.

EE.UU.

Resuelta la controversia gracias a los EE.UU., se decidió construir la obra en el cauce del condómino río Paraná con involucramiento de Paraguay

juanantoniopozzo@gmail.com

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