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Conscientes de que la definición e implementación de una Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (EIF) debe aglutinar a varios estamentos institucionales del país, se conformó un equipo técnico con los principales actores del sector público, además del BCP, tales como el Ministerio de Hacienda, Incoop y la Secretaría Técnica de Planificación. La estrategia será un instrumento de acción colectivo que ayude a establecer la hoja de ruta a seguir para la toma de decisiones en materia de inclusión financiera.
Debilidades
Una de las primeras debilidades en el proceso de inclusión financiera en el Paraguay, es la falta de un diagnóstico global del lado de la demanda. De allí que uno de los primeros productos en pro del diseño de la estrategia ha sido la elaboración de una Encuesta de Inclusión Financiera 2013 desde el lado de la demanda. La demanda trata de dar a conocer los distintos instrumentos financieros al alcance de la población. Esta información es un insumo vital para la generación de una Estrategia Nacional de Inclusión Financiera. El proceso de diseño y testeo del cuestionario, recolección de datos en campo y construcción de la base tomó aproximadamente 6 meses, desde agosto de 2013 hasta febrero de 2014. La ENIF fue llevada a cabo como parte de la Encuesta Mundial Gallup que ya ha sido presentada al público con resultados interesantes que se detallan a continuación.
Datos
Los datos de la encuesta sugieren que el 55% de los adultos en Paraguay utilizan algún tipo de servicio o producto financiero formal o comercial para manejar sus finanzas o plan para el futuro. Esta cifra se debe principalmente a la fuerte presencia de las cooperativas y los proveedores de dinero móvil en Paraguay, que en conjunto alcanzan el 40% de la población. Sin embargo, el 45% de los adultos sigue siendo casi totalmente excluidos del sistema financiero. Estos adultos no tienen una cuenta ni pueden pedir prestado a una institución financiera formal, no tienen tarjeta de crédito, no utilizan el dinero móvil, no tienen seguro, y en caso que perciban salarios, transferencias de remesas nacionales solo es en efectivo. Este grupo de adultos excluidos es desproporcionadamente pobres, tienen una educación primaria o menos, y están desempleados o fuera de la fuerza laboral. Por otro lado, el 29% de los adultos paraguayos informa tener una cuenta en una institución financiera formal. Esta cifra es menor que en el resto de América Latina y el Caribe, que se estima en 39%, según datos del Global FINDEX 2011 (Banco Mundial). Entre los paraguayos, las variaciones en la titularidad de las cuentas formales siguen de cerca con las características demográficas y socioeconómicas. Las brechas más grandes son a través de líneas de ingresos y educación, aunque también hay diferencias significativas entre las poblaciones rurales y urbanas. Las cooperativas desempeñan un papel clave en la prestación de servicios financieros formales a los adultos en el Paraguay. El 19% de los adultos declara tener una cuenta en una cooperativa, en comparación con el 12% para los bancos. Las cooperativas son también la mayor fuente de crédito. El 13% de los adultos reportan haber tomado un préstamo de una cooperativa en el año pasado en comparación con el 8%. El 28% de los adultos indica que utiliza un servicio de dinero móvil –como Giros Tigo, Tigo Money, Envíos Personal o Billetera Personal– en los últimos 12 meses. Estos y otros datos recogidos reflejan que las empresas financieras tienen aún mucho espacio para hacer negocios.
Brechas
Las brechas más grandes se dan en las líneas de ingresos y educación, aunque también hay diferencias notorias entre zonas rurales y urbanas.
Excluidos
El 45% de los adultos sigue siendo casi totalmente excluido del sistema financiero. Estos adultos no tienen una cuenta ni pueden pedir prestado.
Adultos
El 55% de los adultos en Paraguay utilizan algún tipo de servicio o producto financiero formal o comercial para manejar sus finanzas o plan para el futuro.