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El Anexo “C”, que define las bases financieras y la prestación del servicio de electricidad de Itaipú, determina la tarifa de energía para cubrir: el 12% de utilidad sobre capital integrado; la carga financiera de los préstamos; la amortización de los préstamos; US$ 166 GWh de resarcimiento; la compensación territorio inundado; los gastos de explotación; los montos negativos o positivos de la cuenta ejercicio anterior.
Aunque la Nota Reversal de 1992, no aprobada por el Congreso Nacional, reemplazaba de facto al Anexo “C”, entregando por debajo de la tarifa la energía producida, no era posible evadir su numeral IX, que imponía, al cumplirse 40 años, la revisión del acuerdo. Todo ello, en función de la deuda contraída y de la potencia contratada.
En el foro, el ingeniero Orlando Valdés, profesional de vasta trayectoria y de reconocida experiencia, en parte de su exposición que abordaba la deuda, de acuerdo con sus investigaciones y las documentaciones disponibles , calculó meticulosamente el pasivo de la Entidad Binacional Yacyretá.
Por considerar de sumo interés para la opinión pública en momentos de una generalizada confusión, abonada constantemente por nuestras indecisas autoridades, detallamos “la propuesta de cálculo del saldo de la deuda” expuesto por Valdés.
En efecto, el capital de la deuda con el Gobierno argentino, sin intereses, estaría en el orden de US$ 5.805.279.000. Del mismo modo, el capital de la deuda con otros acreedores financieros sería US$ 362.996.000. En total, US$ 6.168.275.000.
Yacyretá papers
Emprendimientos Energéticos Binacionales Sociedad Anónima (Ebisa), según facturas, adquirió de la EBY energía por valor de US$ 8.757.176.693. Sin embargo, solo pagó en efectivo US$ 1.373.978.375. El resto, US$ 3.859.736.900, lo abonó con papeles en concepto de reintegro y recupero, Secretaría de Hacienda (03-13).
A través de los “papers” la EBY quedaba vaciada de recursos.
El total, considerando como válido los descuentos en papeles, el pago de Ebisa a la EBY, sumaba unos US$ 5.233.715.275. Restado de los US$ 8.757.176.693, arrojaba como saldo deudor de Ebisa US$ 3.523.461.418.
Deuda de la EBY
En síntesis, restando el saldo deudor de Ebisa del total de lo adeudado por la EBY al Gobierno argentino y acreedores financieros, el pasivo de Yacyretá (6.168.275.000 – 3.523.461.418) rondaría en los US$ 2.644.813.582.
Recomendaciones del ingeniero Orlando Valdés
1) Realizar una auditoría internacional, independiente de todo lo actuado sobre este tema hasta la fecha.
2) Proponer la conciliación de cuentas utilizando la deuda de Ebisa como parte de pago de la deuda que la EBY mantiene con el Gobierno argentino.
3) Proponer la no aplicación de reajustes ni intereses tanto a la deuda de la EBY como a la deuda de Ebisa.
4) Establecer como válida la tarifa de 30 US$ el megavatio hora, con sus actualizaciones, tanto para la ANDE como para Ebisa.
5) Una vez conciliada las cuentas, utilizar el Anexo “C” para la definición de la nueva tarifa de Yacyretá.
6) Proponer el pago del saldo de la deuda de Yacyretá, del orden de los US$ 2.644.813.582, en 20 años.
7) Con esto la tarifa de la energía de Yacyretá estará entre los 20 US$ y 25 US$ el megavatio hora.
Conclusión
Es conocido por todos como el socio condómino es especialista en complicar las cosas. No obstante, el presidente Mauricio Macri, muy realista y práctico, exige a sus funcionarios la solución del problema.
No es para menos, habida cuenta que su país importó el año pasado por unos US$ 15.000 millones hidrocarburos (petróleo y gas). Cae de maduro que la crítica situación le exige potenciar Yacyretá, es decir, completar su diseño construyendo el embalse de compensación aumentando de paso las máquinas de la central. Sin embargo, la maquinización de Aña Cua, en territorio nacional, es otro asunto ya que está relacionado con la soberanía nacional. Es más, la exportación al Brasil vía Garabí, a pesar de prohibir el tratado, sigue vigente.
También es sabido que Argentina, a toda costa, se comprometió en llevar a cabo el emprendimiento. Entonces no es lógico que su aporte, que debiera ser eso y no préstamos, sea desmesuradamente inflado y que pagara en papeles la energía que le suministrara casi en exclusividad, por décadas, Yacyretá.
Es evidente que algo anda mal. Nuestros corruptos representantes siempre se allanaron a los deseos del socio condómino. Mientras su veterano director, el hoy próspero Oscar Thomas, hacía y deshacía a su antojo.
El sentido común, que a Macri no le falta, exige conciliar las cuentas que debiera ser cero. Borrón y cuenta nueva. Todo ello, significa que la ANDE, que debe ponerse las pilas, tiene que vender como corresponde su excedente a Ebisa o al mejor postor.
Alentamos la esperanza que llegó el momento para que el Paraguay, por fin, se disponga a ejercer su soberanía injustamente hipotecada.