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Con placer, Rossana habla de su niña. No es para menos. Ana Paula además de tener talento deportivo se está convirtiendo en una hermosa señorita, y lo que es mejor, quiere seguir los pasos de mamá. Ya por algo dicen que la manzana siempre cae cerca del árbol. Ana Paula no es la primera ni va a ser la última que comparte una característica similar con su progenitor. Rossana, feliz, aunque aclara que no por seguir sus pasos precisamente, sino por tener muy claro lo que quiere para su vida. "Reconozco que me hace muy feliz que a Ana Paula le guste el tenis tanto como a mí, pero lo importante es que ella se sienta plena con lo que elige como modo de vida. Hoy quiere ser tenista, y para apoyarla cien por ciento es importante que Gustavo (Neffa, su esposo) y yo acompañemos está incipiente carrera", expresa.
Como recordarán, Rossana tuvo una exitosa carrera a su paso por el circuito junior. Fue número uno del mundo en 1992, año en que ganó el Roland Garros Junior. Luego se retiró para contraer matrimonio y formar su familia. Volvió a demostrar garras y talento al volver, a los circuitos, después de cinco años de inactividad. Lo hizo desplegando una gran actuación en el Roland Garros 2000. "Fue una etapa impresionante de mi vida... volver al tenis, con marido, con hija, viajar en familia y lograr el éxito nuevamente fue fantástico". Alcanzó su mejor ranking en individuales como número 50 y su mejor ubicación en dobles fue como número 52 en el 2003. "No me canso de decir que no estoy arrepentida de ninguna de las decisiones que tomé en mi vida. Estoy conforme con cada paso que di, y hoy me pone supercontenta compartir la misma pasión con mi hija. Este año, si bien voy a estar participando de algunos torneos, ya voy ir seleccionando algunos para poder dedicarle más tiempo a mi hija... Sin duda, es un desprendimiento, pero mi idea es poder estar a su lado apoyando cada paso, para hacer su experiencia más enriquecedora", comenta sentada en el salón Primavera del Yacht y Golf Club Paraguayo.
La carrera de su única hija está encaminada de la mano de otro campeón paraguayo, el señor Víctor Pecci. "Los costos de entrenamiento son muy elevados en los Estados Unidos, y acá en Paraguay hay un equipo competente que nada tiene que envidiar a los de afuera. Apostamos a profesionales paraguayos como Edgar Torres en la parte de entrenamiento físico y Luis Ramírez en lo referente a preparación sicológica. Ana es muy madura, está decidida y muy segura de lo que quiere".
Además, ve en su hija un potencial técnico brutal. "Es muy buena técnicamente. Si bien todavía no tuvo la oportunidad de participar de torneos, porque desde los dos años vive corriendo detrás mío; en contrapartida, esto le llevó a apreciar estilos, técnicas de grandes tenistas. En un tiempo entrené en el complejo de Alexandra Sánchez Vicario y sostengo que fue una etapa de afianzamiento en lo que quería para su vida. El estar en contacto permanente con grandes figuras, el observar, apreciar el juego de cada uno, sin duda le fue nutriendo y esa pasión está aflorando ahora".
Aclara que en ningún momento recibió influencia alguna ni suya ni de Gustavo (exjugador de fútbol). "Estamos para apoyarla. Como deportistas que somos, entendemos que necesita contención, pero si el día de mañana viene y nos dice que quiere seguir la universidad u otra carrera, le vamos a dar el mismo apoyo", asegura.
Tenis vs. juventud
Rossana hace un análisis de los jóvenes que están incursionando en este deporte en los últimos años. Resumiendo, considera que el tenis es una actividad ideal para la juventud, ya que proporciona espíritu de superación, madurez emocional, responsabilidad, el valor del trabajo, disciplina. Igualmente, contribuye en el desarrollo físico y ayuda a llevar una vida saludable. "La preparación física, técnica, táctica, biológica y psicológica de un deportista le van a ayudar a ser mejor persona, ser más disciplinada, ser más humilde, ser más tenaz, lo que finalmente nos lleva a ser felices".
Para aquellas jóvenes promesas femeninas que tomaron el tenis como una forma de vida, les dice que es necesario todo el apoyo posible, para lo cual pone a su disposición su experiencia. "Estoy abierta a las consultas para los jóvenes. Me encanta dar un asesoramiento desde todo lo que viví, no solo a los jóvenes, sino también a sus familias. Los latinos somos muy apegados a la familia, a nuestra tierra, y esta actitud a veces dificulta o nubla el éxito", resalta.
Su pasión por este deporte también la lleva a madurar un proyecto deportivo-social. "Mi trayectoria, conocimientos y experiencias profesionales y personales en torno a este deporte me están llevando a transmitir todas mis vivencias a otros jóvenes talentos y sus familias, de una manera profesional y personalizada, desde una escuela o algún complejo. De concretar este proyecto sería mi forma de devolver gran parte de lo que este deporte me dio, un valor agregado a mi vida; vamos a ver qué pasa".
"Es lo que quiero"
Ana Paula también opina durante la entrevista. "Desde los 9 años le vengo pidiendo y diciendo a mi mamá que quiero ser una tenista profesional. Me gusta. Es lo que quiero", expresa con firmeza y pasa a contarnos que entrena con mucho rigor. "Tengo una rutina que no rompo por nada, soy muy disciplinada. Duermo a las 22:00 aproximadamente, a veces más temprano, inclusive. Me levanto a las 6:00, hago yoga, me preparo el desayuno y voy a entrenar durante cinco horas más o menos".
Todos estos hábitos no hacen que decida abandonar los estudios. "Ella va a continuar con sus clases en los Estados Unidos; eso no va a cambiar. Como tenemos residencia, vamos y venimos, así que su preparación no va a ser impedimento para que continúe con sus estudios. Quiero que este deporte le aporte valores personales y que consiga compaginar con su formación académica... El tenis me dio mi marido, mi hija, todos los logros que tengo en mi vida, y eso es algo increíble... y ahora le tengo a mi hija siguiendo mis pasos, siento que es una prolongación...".
El matrimonio Neffa-de los Ríos sigue firme. "Llevamos 18 años de casados y estamos como el primer día: juntos las 24 horas. Seguimos llevándonos superbién... el vivir lejos de Paraguay y estar constantemente viajando de un país a otro, por mis compromisos deportivos, nos unió más como pareja, como familia", confiesa.
Y papá ¿no se pone un poco celoso ante lo linda que se está poniendo la niña, con sus 14 años recién cumplidos? "Es la niña de sus ojos. Gustavo estuvo muy presente en su vida, en su educación porque mientras estaba en competencia era él el que estaba cuidando de ella", cuenta Rossana.
Y no podíamos dejar de hablar de las tenistas que terminaron siendo modelos o que ganaron más como tal. "Existe esa posibilidad; hay grandes tenistas imágenes de grandes marcas. Particularmente, creo que es muy complicado, difícil sobrellevar ambas cosas porque requieren de dedicación y tiempo, pero si hay es porque se puede. Le tenemos a Maria Sharapova, Ana Ivanovic, Ana Kurnikova..., pero la palabra final tiene Ana Paula".
Madre e hija se miran cómplices, ríen con ganas durante la entrevista. Tienen mucho en común: el deporte, la firmeza en las decisiones y ¡son fashionistas! "Me gusta vestir bien, me conozco a todos los diseñadores", revela con una tímida sonrisa Ana Paula.
Tiene pocos amigos... "Cuando jóvenes de su edad están planificando alguna fiesta, ella se está preparando para ir a dormir, y durante el día está entrenado; con esto no digo que no tiene vida social, pero es muy responsable y sabe lo que quiere", dice la orgullosa mamá.
Sus cualidades ya las va a poder demostrar en un próximo torneo a realizarse en el Yacht y Golf Club Paraguayo, en el mes de marzo. Es su primer partido y puede ser el comienzo de un futuro brillante. Le deseamos todo lo mejor.
Ana Paula tiene talento y quiero optimizar su máximo nivel competitivo para alcanzar fines reales.
Desde chiquita me gusta este deporte y quiero llegar a ser una gran profesional.
Quiero compartir lo que el tenis significó para mí con quienes también hacen de este deporte parte de su vida.
FOTOS: ABC Color/Heber Carballo