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Hoy, consolidada como la figura femenina de Paravisión, Vivian Benítez habla con ABC Revista de sus logros, sus proyectos televisivos y empresariales, sin dejar de lado la pasión por la familia. Y, sin dudas, confiesa que el 2009 es su gran año.Su rostro angelical le permitió sobresalir en los concursos internacionales de belleza con el título de Miss Paraguay 1991. Tomó clases de actuación en Los Angeles, estudió Historia del Arte en Nueva York y realizó cursos de periodismo en EE.UU. En los últimos años incursionó con fuerza en la televisión: condujo el noticiero central de Canal 13 y luego pasó a integrar el staff de presentadores de Paravisión. En agosto optó por dejar el informativo nocturno de Canal 5 y dedicarse de lleno a la conducción de Buen día Paraguay, de 10 a 12 de la mañana. Aquí, Vivian Benítez habla de su perfil televisivo, empresarial y personal.
¿Considera que el 2009 resultó un buen año para usted?
Indiscutiblemente un año muy positivo para mí, con excelentes oportunidades laborales por una parte y un reconocimiento de la gente, por otra, que me conmueve muchísimo y me estimula para seguir creciendo y explorando cosas nuevas en este medio tan exigente y competitivo.
¿Por qué dejó el noticiero?
Esta es la pregunta que tuve que responder con mayor frecuencia en el 2009 (risas). Fue por motivos estrictamente personales. Tengo un ritmo de vida muy intenso y, con el horario del noticiero, el día se me hacia interminable; sentía que estaba ocupando un tiempo que pertenecía a mi familia y debía reorganizar mis actividades. Fue una decisión acertada y necesaria, aunque debo reconocer que fue una experiencia muy valiosa, laboral y personalmente, formar parte del equipo de prensa de Paravisión.
Ahora su esposo está en Nueva York, en el cargo de Embajador paraguayo ante Naciones Unidas, ¿dejará todo para ir a acompañarlo?
Aún los dos estamos tratando de definir cómo vamos a encarar este desafío tan importante para él. Por una parte, la familia para mí es lo primero y, por otro lado, están los emprendimientos que tengo aquí. Creo que esta vez será difícil desarraigarme totalmente.
¿Hay algún programa que le gustaría conducir?
Se me ocurren varios formatos que me gustaría probar. Un programa que me permita viajar, explorar diferentes culturas y presentar esas aventuras de una manera ágil y divertida. También me gustaría promover de una manera comprometida las diferentes expresiones artísticas y culturales de nuestro país. Por otra parte, me atrae la idea de un programa de entrevistas que permita conocer profundamente a mis invitados.
¿Podría definir su estilo?
Principalmente soy clásica, aunque me encanta jugar con accesorios de moda y ponerles siempre un detalle inusual a mis prendas.
¿Su look favorito?
Un vestido ultrafemenino o jeans, camisas, sandalias planas, una cartera extra large, accesorios y muy poco maquillaje.
¿Lo que nunca falta en su cartera?
Fotos de mis hijos, el celular, mi agenda, tohallitas demaquillantes, crema para las manos, perfume, cámara de fotos y puedo seguir con la lista (risas).
¿Hasta qué hora suele dormir los feriados?
Por alguna extraña razón, siempre me despierto temprano a pesar de haberme acostado tarde, pero en los feriados me regalo largas siestas. ¡Me encantan!
¿Sopa de verduras o asado?
Me declaro fanática carnívora; no cambio un delicioso asado por casi nada.
¿Le gusta más la televisión o el mundo de los negocios?
¡Qué difícil! Ambas actividades suponen un desafío para mí, aunque pienso que me resulta más fácil el mundo de los negocios, porque puedo controlar más factores y mis decisiones, acertadas o no, determinan el rumbo que seguir. La televisión me apasiona y la disfruto mucho, pero es un camino más complejo e incierto donde intervienen varios elementos menos controlables.
¿Sabe manejar el dinero?
Soy muy cuidadosa y organizada con el dinero. Me gusta planificar y aunque pienso que en la vida siempre hay que asumir riesgos para obtener mayores ganancias, confieso que soy bastante conservadora en el aspecto económico y trato de que ninguna situación me encuentre desprevenida.
Viajó bastante con su marido diplomático. ¿Qué aprendió en tantos recorridos?
Viajar es una de las cosas que más disfruto y he sido muy afortunada en ese aspecto. El aprendizaje cultural es siempre invaluable; soy una persona muy curiosa y en cada viaje me propongo aprovechar al máximo las oportunidades, no perder tiempo y tener la mayor cantidad de exposición a una cultura diferente. Adoro los mercados, conversar con la gente, conocer más allá de los sitios turísticos e investigar sobre las realidades del país. Viajar también me enseñó a ser tolerante con diferentes formas de pensamiento y a comprender muchas situaciones históricas.
Se la reconoce como una mujer tranquila, ¿hay algo que le puede hacer perder la paciencia?
Difícilmente pierdo los estribos, pero existen varias situaciones que me exasperan, aunque me cueste exteriorizarlo. A veces pienso que un par de gritos me ahorraría tremendos dolores de espalda, pero ya no está en mi naturaleza. Detesto la prepotencia, la hipocresía, la mala educación, la irresponsabilidad y los conflictos innecesarios.
Fue una de las mises del Paraguay exitosas en los concursos internacionales. ¿Cuánta importancia le da a su propia imagen?
Trato de darle una importancia justa y ser muy práctica; me gusta estar arreglada pero no vivo pendiente de mi apariencia personal.
Para la gente es una bella mujer. Para usted, ¿qué es?
Preferiría ser una mujer interesante, sensible, inteligente, con muchas historias y experiencias que compartir. También soy tremendamente indecisa y, a veces, tratando de buscar un equilibrio (como buena librana), definir una situación me lleva una cantidad de tiempo absurda.
¿Siente que es reconocida en su justa dimensión por la teleaudiencia?
Más que eso, me siento muy agradecida, porque a pesar del tiempo que estuve lejos de mi país, siempre encuentro un espacio en la televisión.
De niña, ¿cuál era su juguete predilecto?
Vivía rodeada de muñecas y libros. Fui una niña extremadamente tímida, siempre escapaba a mundos lejanos con amigos imaginarios. La lectura sigue siendo hasta hoy mi válvula de escape.
¿A la hora de escuchar música opta por una guarania, ópera o jazz?
Me encantan los tres géneros y depende exclusivamente de mi estado de ánimo. Cuando necesito paz, me refugio en la ópera; el jazz en todo momento y, por alguna razón, cuando estoy nostálgica siempre busco a la guarania.
¿Cuántas veces se mandó echar las cartas para saber sobre su futuro?
Aunque me reconozco escéptica en lo que se refiere a predicciones sobre el futuro, estimo que un par de veces recurrí a las cartas en compañía de mis amigas y siempre terminé sorprendida con algunos datos que se ajustaban totalmente a la realidad.
¿En qué ocasiones recibe el desayuno en la cama?
Hace mucho que no recibo el desayuno en la cama, así que acá va la indirecta para mis hijos y/o marido.
¿A favor o en contra de la liberación femenina?
Creo en la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, en la capacidad que tienen las mujeres para ocupar diferentes espacios y en ese sentido estoy totalmente a favor de esta lucha, pero en desacuerdo con un feminismo radical que se manifiesta en contra de la maternidad y la familia. Pienso que hombres y mujeres son diferentes y complementarios.
¿Qué recuerda de su época de pasarelas?
La recuerdo como una época muy glamorosa y exigente al mismo tiempo, con muchas anécdotas divertidas. Una hermosa etapa que me permitió cosechar amistades que conservo hasta ahora.
Identikit
Vivian Rossana Benítez Brizuela nació en Asunción el 1 de octubre de 1970. Estudió Derecho hasta el 5º. curso. Es profesora de Declamación. En 1991 salió electa Miss Paraguay y fue la primera paraguaya finalista de Miss Universo. En 1992 se casó con José Antonio Dos Santos, abogado y diplomático. Es mamá de José Antonio (16) y María Virginia (13). Hizo cursos de Historia del Arte, en la Universidad de Nueva York. Estudió teatro en el instituto Lee Strasberg de Los Angeles y asistió a cursos de periodismo en la Universidad de California.
¿Considera que el 2009 resultó un buen año para usted?
Indiscutiblemente un año muy positivo para mí, con excelentes oportunidades laborales por una parte y un reconocimiento de la gente, por otra, que me conmueve muchísimo y me estimula para seguir creciendo y explorando cosas nuevas en este medio tan exigente y competitivo.
¿Por qué dejó el noticiero?
Esta es la pregunta que tuve que responder con mayor frecuencia en el 2009 (risas). Fue por motivos estrictamente personales. Tengo un ritmo de vida muy intenso y, con el horario del noticiero, el día se me hacia interminable; sentía que estaba ocupando un tiempo que pertenecía a mi familia y debía reorganizar mis actividades. Fue una decisión acertada y necesaria, aunque debo reconocer que fue una experiencia muy valiosa, laboral y personalmente, formar parte del equipo de prensa de Paravisión.
Ahora su esposo está en Nueva York, en el cargo de Embajador paraguayo ante Naciones Unidas, ¿dejará todo para ir a acompañarlo?
Aún los dos estamos tratando de definir cómo vamos a encarar este desafío tan importante para él. Por una parte, la familia para mí es lo primero y, por otro lado, están los emprendimientos que tengo aquí. Creo que esta vez será difícil desarraigarme totalmente.
¿Hay algún programa que le gustaría conducir?
Se me ocurren varios formatos que me gustaría probar. Un programa que me permita viajar, explorar diferentes culturas y presentar esas aventuras de una manera ágil y divertida. También me gustaría promover de una manera comprometida las diferentes expresiones artísticas y culturales de nuestro país. Por otra parte, me atrae la idea de un programa de entrevistas que permita conocer profundamente a mis invitados.
¿Podría definir su estilo?
Principalmente soy clásica, aunque me encanta jugar con accesorios de moda y ponerles siempre un detalle inusual a mis prendas.
¿Su look favorito?
Un vestido ultrafemenino o jeans, camisas, sandalias planas, una cartera extra large, accesorios y muy poco maquillaje.
¿Lo que nunca falta en su cartera?
Fotos de mis hijos, el celular, mi agenda, tohallitas demaquillantes, crema para las manos, perfume, cámara de fotos y puedo seguir con la lista (risas).
¿Hasta qué hora suele dormir los feriados?
Por alguna extraña razón, siempre me despierto temprano a pesar de haberme acostado tarde, pero en los feriados me regalo largas siestas. ¡Me encantan!
¿Sopa de verduras o asado?
Me declaro fanática carnívora; no cambio un delicioso asado por casi nada.
¿Le gusta más la televisión o el mundo de los negocios?
¡Qué difícil! Ambas actividades suponen un desafío para mí, aunque pienso que me resulta más fácil el mundo de los negocios, porque puedo controlar más factores y mis decisiones, acertadas o no, determinan el rumbo que seguir. La televisión me apasiona y la disfruto mucho, pero es un camino más complejo e incierto donde intervienen varios elementos menos controlables.
¿Sabe manejar el dinero?
Soy muy cuidadosa y organizada con el dinero. Me gusta planificar y aunque pienso que en la vida siempre hay que asumir riesgos para obtener mayores ganancias, confieso que soy bastante conservadora en el aspecto económico y trato de que ninguna situación me encuentre desprevenida.
Viajó bastante con su marido diplomático. ¿Qué aprendió en tantos recorridos?
Viajar es una de las cosas que más disfruto y he sido muy afortunada en ese aspecto. El aprendizaje cultural es siempre invaluable; soy una persona muy curiosa y en cada viaje me propongo aprovechar al máximo las oportunidades, no perder tiempo y tener la mayor cantidad de exposición a una cultura diferente. Adoro los mercados, conversar con la gente, conocer más allá de los sitios turísticos e investigar sobre las realidades del país. Viajar también me enseñó a ser tolerante con diferentes formas de pensamiento y a comprender muchas situaciones históricas.
Se la reconoce como una mujer tranquila, ¿hay algo que le puede hacer perder la paciencia?
Difícilmente pierdo los estribos, pero existen varias situaciones que me exasperan, aunque me cueste exteriorizarlo. A veces pienso que un par de gritos me ahorraría tremendos dolores de espalda, pero ya no está en mi naturaleza. Detesto la prepotencia, la hipocresía, la mala educación, la irresponsabilidad y los conflictos innecesarios.
Fue una de las mises del Paraguay exitosas en los concursos internacionales. ¿Cuánta importancia le da a su propia imagen?
Trato de darle una importancia justa y ser muy práctica; me gusta estar arreglada pero no vivo pendiente de mi apariencia personal.
Para la gente es una bella mujer. Para usted, ¿qué es?
Preferiría ser una mujer interesante, sensible, inteligente, con muchas historias y experiencias que compartir. También soy tremendamente indecisa y, a veces, tratando de buscar un equilibrio (como buena librana), definir una situación me lleva una cantidad de tiempo absurda.
¿Siente que es reconocida en su justa dimensión por la teleaudiencia?
Más que eso, me siento muy agradecida, porque a pesar del tiempo que estuve lejos de mi país, siempre encuentro un espacio en la televisión.
De niña, ¿cuál era su juguete predilecto?
Vivía rodeada de muñecas y libros. Fui una niña extremadamente tímida, siempre escapaba a mundos lejanos con amigos imaginarios. La lectura sigue siendo hasta hoy mi válvula de escape.
¿A la hora de escuchar música opta por una guarania, ópera o jazz?
Me encantan los tres géneros y depende exclusivamente de mi estado de ánimo. Cuando necesito paz, me refugio en la ópera; el jazz en todo momento y, por alguna razón, cuando estoy nostálgica siempre busco a la guarania.
¿Cuántas veces se mandó echar las cartas para saber sobre su futuro?
Aunque me reconozco escéptica en lo que se refiere a predicciones sobre el futuro, estimo que un par de veces recurrí a las cartas en compañía de mis amigas y siempre terminé sorprendida con algunos datos que se ajustaban totalmente a la realidad.
¿En qué ocasiones recibe el desayuno en la cama?
Hace mucho que no recibo el desayuno en la cama, así que acá va la indirecta para mis hijos y/o marido.
¿A favor o en contra de la liberación femenina?
Creo en la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, en la capacidad que tienen las mujeres para ocupar diferentes espacios y en ese sentido estoy totalmente a favor de esta lucha, pero en desacuerdo con un feminismo radical que se manifiesta en contra de la maternidad y la familia. Pienso que hombres y mujeres son diferentes y complementarios.
¿Qué recuerda de su época de pasarelas?
La recuerdo como una época muy glamorosa y exigente al mismo tiempo, con muchas anécdotas divertidas. Una hermosa etapa que me permitió cosechar amistades que conservo hasta ahora.
Identikit
Vivian Rossana Benítez Brizuela nació en Asunción el 1 de octubre de 1970. Estudió Derecho hasta el 5º. curso. Es profesora de Declamación. En 1991 salió electa Miss Paraguay y fue la primera paraguaya finalista de Miss Universo. En 1992 se casó con José Antonio Dos Santos, abogado y diplomático. Es mamá de José Antonio (16) y María Virginia (13). Hizo cursos de Historia del Arte, en la Universidad de Nueva York. Estudió teatro en el instituto Lee Strasberg de Los Angeles y asistió a cursos de periodismo en la Universidad de California.