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El Hotel de Aves es un refugio creado con los plásticos recolectados de la misma bahía. La zona es un “aeroparque de aves migratorias”, de diversas especies, pero, en especial, de las garzas blancas que llegan hasta el lugar y ofrecen un espectáculo bello. También están las gallinetas de agua o taguató caracolero.
“Alrededor de 300 especies se encuentran registradas y llegan durante todo el año, pero en setiembre aparecen 30 especies, entre ellas, el playerito canela que está en peligro de extinción. A nivel mundial, sus poblaciones disminuyeron, por eso creamos un área natural protegida”, expresa Cristina Morales, representante de la Fundación Milenio.
El principal encanto del lugar es la vista privilegiada: mucho verde, el riacho Caracará, la bahía de Asunción, las aves de diversas especies y la nueva costanera.
A criterio de Morales, iniciativas privadas, como el Hotel de Aves, ayudan a proteger las especies. “Esta es una reserva que se mantiene para evitar la contaminación; hay una puesta en valor tanto de lo ambiental como de lo turístico. Necesitamos crear conciencia en la gente, para que cuide, aprecie su entorno y disfrute de la ciudad”.
En el sitio también se encuentra un mirador construido por el ingeniero Juan José Barrail hace algunos años atrás, con madera y baranda metálica. Tiene un banco en el que los visitantes pueden sentarse a disfrutar del paisaje.
Para llegar, se accede por el costado del edificio La Costa, por la calle Concepción Leyes de Chaves, desde la avda. Artigas. “Buscamos mantener y preservar los humedales naturales de la bahía de Asunción, y evitar la contaminación. Sabemos que los humedales constituyen una fuente vital de recursos y servicios ambientales para la supervivencia humana”, agrega Morales.
Humedales urbanos
Los humedales son uno de los sistemas ecológicos de mayor importancia en el planeta, ya que garantizan la existencia de la diversidad biológica como potencial, para subvenir las necesidades futuras. Cumplen funciones vitales, como el hogar de una gran variedad de fauna acuática y de aves; purifican el agua, reducen las inundaciones, controlan las erosiones, además de la fijación de dióxido de carbono, belleza escénica, aportes recreativos y turísticos, entre otros beneficios.
Pero no se valoran todos estos servicios ecológicos que brindan. Es por eso que desde el Hotel Las Lomas y la Fundación Milenio impulsan estos atractivos como el Hotel de Aves, para invitar a la gente a que se acerque, disfrute y ayude en el cuidado de estos espacios. “Vamos a intentar poner un telescopio fijo, pero por el momento invitamos a que vengan con sus binoculares a apreciar este maravilloso paisaje que ofrecen las aves migratorias. Ellas van a estar todo el verano revoloteando, así que vengan a apreciar por las mañanas bien tempranito, o por las tardecitas con la puesta del sol”.
Los alojamientos fueron construidos con materiales reciclados recogidos durante las limpiezas. Laura Díaz de Bedoya se encargó del diseño de la propuesta hotelera y hechó mano a plásticos, carcasas de computadoras, latas, tubos, calzados y un brasero para la infraestructura. “Vamos a hacer un seguimiento para saber si les gusta o no, pero mientras invitamos a que se acerquen e interactúen con las aves; pueden alimentarlas con frutas o semillas. Es un destino destacado para la observación de estos animales”, puntualiza Morales.
Si en algún momento levantás la vista al cielo y ves una bandada de alguna especie surcando, son aves migrantes que comenzaron su ruta. Aprovechá para desearles un buen y seguro viaje de vuelta a casa.
Viajeras
La migración de las aves se debe a la búsqueda de lugares terrestres que les permitan sobrevivir, alimentarse y reproducirse, lo que se conoce como una ecología óptima. Estas necesitan de múltiples condiciones básicas que ningún lugar del mundo les puede dar durante todo un año, tales como una temperatura corporal estable y la disponibilidad de recursos alimenticios. Por ello es que deben trasladarse a través de todo el globo para encontrar la estación del año que más les acomoda; lugares a los que saben sacar provecho, teniendo en cuenta los variados cambios que viene sufriendo el planeta.
Las aves poseen características distintivas entre una especie y otra. Están las que vuelan cortas distancias y aquellas que deben atravesar continentes enteros, viajando de un hemisferio a otro. Por ejemplo, viajan desde Canadá, Alaska, México, Centroamérica hasta el Paraguay; se hospedan unos días y, luego, vuelven a emprender vuelo. Estas aves de largas distancias pueden soportar viajes de varios días sin parar, debido a que tienen rasgos fisiológicos que les permiten almacenar energía y racionarla para no abandonar los cielos hasta llegar a sus destinos.
Aterrizaje
En distintas zonas de nuestro país llegan ciertos tipos de aves que se instalan solo durante una temporada y luego emprenden vuelo hacia otro rumbo, para volver a aparecer al año siguiente. El Paraguay cuenta con dos clases de migraciones de aves: la neártica y la austral. La primera ocurre entre setiembre y mayo.
Ejemplos de especies migratorias australes son el flamenco, churrinche, suiriri real y calandria real. Además de la bahía, otros lugares elegidos son las lagunas saladas del Chaco central, los humedales y arrozales de la región oriental.
Fotos: ABC Color/Celso Rios.