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Las canciones de cuna no solo sirven para arrullar a los pequeños, sino también hacen que se sientan seguros y protegidos, y es por eso que se tranquilizan. Esa es su función: crear la atmósfera y el clima adecuados para que los niños puedan relajarse y dormir. Así lo entiende la compositora y docente argentina Coqui Dutto, quien vino al país para brindar una charla sobre el tema.
Y como es importante, cuanto antes escuchen, mejor. “La música es valiosa en la vida de todas las personas. Felizmente, en el mundo educativo está muy claro que dentro de la etapa inicial es fundamental, sumamente positivo para el desarrollo emocional y afectivo”, reitera Dutto.
Además, fomenta la interrelación social; estimula la expresión de los problemas, las inquietudes, las actividades; agudiza la percepción auditiva. Para Dutto, el arte en general es esencial en la vida del ser humano y más aún para el infante. “Es determinante para su posibilidad de realización plena”, dice.
Revela que existen estudios vinculados al arte que dan cuenta claramente que no solo ayuda en el aspecto emocional y afectivo, sino también desde el punto de vista del desarrollo intelectual. “No es sorprendente saber de niños que hacen música y les va bien en la escuela”, afirma.
Compartir con ellos la magia de las notas musicales permite estrechar lazos y abrir la mente, ya que los instrumentos repercuten directamente sobre su capacidad de aprendizaje, fomentando su comprensión y expandiendo los límites de su imaginación, al tiempo que cultivan una faceta más sensible de su personalidad de cara a la vida adulta.
La propuesta de desarrollo o contenido considera a la música con el mismo respeto, dedicación y cuidado que un canto para adulto. “Lo que cambia es la temática. Está vinculada a los derechos de la infancia, las preocupaciones de los niños, el mundo que les rodea cotidianamente y, obviamente, que en muchos aspectos es diferente a la de los mayores. La música para niños, en general, es también para la familia. Igualmente, plantea juegos como cómplices inmediatos. A veces, es para ser escuchada; otras, para ser cantada, pero siempre tiene el juego como un componente, o en la letra o instrumentación, o en lo que propone como actividad complementaria”, explica.
Dutto es profesora superior en Educación Musical y profesora de guitarra. Ejerció la docencia en todos los niveles. Es vicedirectora de la Escuela de Música Popular, dependiente de la Biblioteca Bernardino Rivadavia, Villa María, Córdoba. También es directora de coros de niños, jóvenes y adultos. Fue directora fundadora del Coro Polifónico Juvenil de Villa María. Con relación a su actividad docente, se editaron Coro infanto-juvenil de Villa María (1992), Para curar los miedos (Collegium 1994) y Coro de Niños y Jóvenes de la ciudad de Villa María (1998).
Sobre la didáctica implementada en sus clases, Dutto trabaja con la integración de cuerpo, mente y emociones. “La escucha atenta y el movimiento corporal son aspectos involucrados en la propuesta didáctica; se utilizan nuevos recursos al adaptar a su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta manera a la potenciación del control rítmico de su cuerpo. A través de la música, el niño puede mejorar su coordinación y combinar una serie de conductas”.
Su mayor referente es otra argentina: María Elena Walsh, pero ella le dio a la música un enfoque más educativo, porque es un elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo. Es cuando niño que empieza a expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y el entorno, y ampliar su mundo de relaciones.
Con sus composiciones de “cuna”, Dutto explora distintas vertientes y ritmos de canciones latinoamericanas para dormir y lograr una integración magnífica. Sus canciones fueron creadas para susurrar al oído de los más chiquitos o tararear sus ritmos. Contienen una gran carga afectiva y por eso son ideales para que, al compartirlas entre padres e hijos, refuercen el vínculo entre ambos. “Los niños reconocen en las canciones el tono cariñoso de sus padres o familiares cercanos, lo que les hace sentirse queridos y cuidados. Por eso hay que cantarles, aunque sea un bebé tranquilo que duerme con facilidad”.
La profesional aporta su voz a las obras. Como cantante, desarrolló actividades solistas, pero primordialmente su trayectoria está ligada al grupo de música para niños La Chicharra, del cual es fundadora. Integrante del Movimiento de la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe, participó de diversos encuentros internacionales actuando y dictando talleres de creación. Toda su dedicación la llevó a ser ganadora del Martín Fierro, premio de radio y televisión organizado por la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra).
Finalmente, Dutto aconseja a los padres a sumarse a la tendencia de la estimulación temprana en la casa, para que luego continúe en la educación escolar, de modo que el niño desarrolle sus habilidades cognitivas, sensoriales, auditivas y motrices. “La música tiene un gran poder; está en todas partes, en un gesto, un movimiento, una voz, una palabra, por eso es esencial su estimulación temprana”, concluye.
ndure@abc.com.py
Fotos ABC Color/Arcenio Acuña/Archivo.