CITAS & HECHOS

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Jean Jacques Rousseau 

(1712-1778) Filósofo francés.

“Un hombre honrado no encontrará jamás una amiga mejor que su esposa”.

Benjamin Franklin 

(1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

“La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos”.

William Shakespeare 

(1564-1616) Escritor británico.

“Ser honrado tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil”.

Arthur Miller 

(1915-2005) Dramaturgo estadounidense.

“Es más fácil recuperar un millón de dólares robados que la honra, si la perdiste”.

De cacos y chorros

De entre los muchos sinónimos de ladrón que existen en castellano, hay dos con una etimología muy curiosa: caco y chorizo. El primero proviene de la mitología griega: Kakós (malo o malvado) y, después, de la romana: Cacus, hijo de Hefesto, el dios del fuego –Vulcano en la versión latina–, quien era un gigante mitad hombre y mitad sátiro que producía espanto con los torbellinos de llamas y humo que lanzaba por la boca y nariz. Según el mito romano, tal y como lo recoge Virgilio, en la Eneida (siglo I a. C.), Caco vivía en una cueva del monte Aventino, en Roma. Un día, Hércules –Heracles para los griegos– condujo a su rebaño de bueyes a orillas del Tíber, cerca de la morada de Caco, y se echó a dormir mientras las bestias pastaban. El gigante aprovechó el descuido para robar varios bueyes haciéndolos caminar de espaldas hasta su cueva, para que no dejaran huellas; por eso, un caco es un ladrón que roba con destreza o ingenio. De poco le sirvió: Hércules descubrió el engaño, los recuperó y estranguló a Caco. La leyenda hizo que, con el tiempo, se le considerase el patrón de los ladrones y, en el Siglo de Oro, se llamó al hurto la ciencia de Caco. 

Otro vocablo utilizado, aunque no especialmente en nuestro ámbito es “chorizo”. Su origen está en el caló, el idioma del pueblo gitano. Chorar es robar y chori, ladrón, palabras cuyas raíces se remontan al sánscrito. Ambas, utilizadas en ambientes populares, se transformaron respectivamente en chorizo y choricear por su proximidad fonética con estos términos, que en la Argentina pasó a chorro y de allí a nuestro país.*

(*) Fuentes: https://www.muyhistoria.es - https://www.delcastellano.com/ - http://www.erroreshistoricos.com/ - http://proverbia.net

Recopilación:  mpalacios@abc.com.py

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