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Durante nuestra estadía en Los Ángeles participamos de un encuentros entre paraguayos. Así pudimos conocer a Óscar Aguilera, quien participó en esta ciudad de una competencia sobre innovaciones tecnológicas, en julio pasado, en San José State University de Los Ángeles, California. Fue una competencia mundial de proyectos innovativos. El compatriota Aguilera presentó un proyecto como parte de su tesis de estudio en la Universidad Tecnológica Nacional de Taiwán, donde usufructúa una beca de estudio.
“Estoy muy contento de ganar el primer lugar en innovaciones tecnológicas. Es un premio a mi esfuerzo. Trabajé duro para dejar en alto el Paraguay”, manifestó Óscar Aguilera, quien ganó una medalla de oro en el concurso en el que se presentaron 91 proyectos de entre 17 países participantes, y acotó que está aprovechando unos meses de sus vacaciones con la ayuda de sus tíos Gilmer y Perla Youn.
Explicó que el proyecto que ganó el primer lugar consiste en un proceso de reparación de productos electrónicos. “Básicamente mi tesis se basa en cambiar solo el componente que está dañado y no la totalidad de una computadora, un celular, o tablet, por ejemplo. Se conserva la placa madre, se disminuye el costo y aumenta la interconexión en el circuito”, dijo. Agregó que nació en Villa Elisa, Paraguay, y son cuatro hermanos. Su padre vive en Atyrá y su madre en Argentina.
“Me gustaría volver al Paraguay. Pero primero voy a estudiar una maestría en el área de ingeniería y administración de empresas. Estoy buscando beca en Corea o países nórdicos”, resaltó, y añadió que está casado hace siete años.
“Mi esposa y yo somos de la misma ciudad, nos conocimos en la iglesia, estudiamos en el mismo colegio, empezamos a trabajar y nos salió la beca. Vivimos una linda historia de amor. Estamos felices, compartiendo siempre juntos todo”, dijo Óscar Aguilera al abrazar a María Soledad Orrego (27), que estaba sentada a su lado.
“La carrera de Óscar es más difícil, porque es en chino. A mí me dieron 4 años de universidad. Estoy haciendo el tercer año de Comercio Internacional en una universidad privada de Taipéi y se dictan las clases en inglés”, apuntó.
Óscar Aguilera fue mejor egresado en el Colegio Presbiteriano Cerritos de Villa Elisa. La mamá de Soledad es directora de un colegio de Lambaré y su papá es chapista pintor. Tiene cuatro hermanas.
“Como matrimonio vivimos fuera de nuestras universidades. La beca cubre todo. Nos da una cuenta bancaria de mil dólares al mes a cada uno. Básicamente nos pagan por estudiar, pero tenemos que mantener el promedio cinco, para no perder la beca”, añadió Soledad.
Pidió que el Estado no ponga tantas trabas para la homologación de títulos, para evitar que muchos paraguayos prefieran quedarse a trabajar en el extranjero, debido a los trámites engorrosos. “Mi universidad, por ejemplo, está entre las 100 más prestigiosas del mundo. No sé por qué ponen en duda nuestra capacitación fuera del país. Si nuestros títulos no son reconocidos en el Paraguay no vamos a poder concursar en los puestos públicos. Mucha burocracia desanima”, lamentó.
“Nos gustaría volver al Paraguay. Trabajar en la parte industrial. Hacer proyectos para las hidroeléctricas de Itaipú o Yacyretá porque en Taiwán estoy trabajando muy de cerca en innovaciones de hidroeléctrica”, dijo Óscar, y a Soledad le gustaría trabajar en el comercio internacional, incentivar el intercambio comercial de mercaderías, productos y parte electrónica con Paraguay y Taiwán.
Sus tíos
La paraguaya Perla Aguilera (29) atiende a niños y Gilmer Youn (34), su esposo, es médico pediatra en la USC de Los Ángeles, donde viven desde hace cinco años. Gilmer , americano coreano, era misionero de la Iglesia Presbiteriana en Cerrito. Se conocieron en Villa Elisa. Después de seis meses de contactar permanentemente vía Skype se casaron en el Paraguay, de cuyo matrimonio nació Elías Miguel Youn, de dos años de edad.
“Soy una esposa y madre realizada. Estoy muy feliz de vivir en un país que da a sus habitantes legales todas las oportunidades de salir adelante en la vida, solo depende de cada uno”, manifestó Perla, quien informó que tiene 11 hermanos y su padre falleció hace poco tiempo.
Amor por internet
Conversamos también con Silvia López (56), quien se casó con Miguel Ángel Campos (60), un empresario que es ciudadano norteamericano desde hace 30 años.
“Conocí a Miguel Ángel en las redes sociales. Nos tratamos durante 8 meses, viéndonos a diario por la cámara y pautando llamadas frecuentes, de acuerdo a un horario conveniente para ambos, debido a las 5 horas de diferencia entre Los Ángeles y Asunción”, rememoró Silvia, y agregó que cuidó a sus padres hasta el final de sus días y tuvo la bendición de su madre a su noviazgo virtual un mes antes de su partida.
“Yo era solterona feliz, trabajaba independiente, cuidaba y mimaba a mi nieta recién nacida, cuando cambié mi tranquila vida para mudarme hace dos años a este gran país”, significó.
Añadió que se casaron por civil y religioso en Asunción el 10 de noviembre de 2012 y compartieron una linda fiesta posterior en el Hotel del Paraguay con parientes y amigos. Y entró emocionada a la iglesia La Encarnación del brazo de su único hijo, Omar, y que su nieta Lara llevó las alianzas.
“Me volví solo ama de casa, debido a un problema lumbar que me impide trabajar. Ocasionalmente colaboro como maestra de ceremonia en los eventos patrios de la colectividad paraguaya y soy corresponsal del programa Mombyry Guive, emitido los domingos desde Nueva York y con enlace con la 970 AM y sus repetidoras”, apuntó Silvia.
Resaltó que su esposo trabaja en financiamientos y venta de autos. Ella es su tercera esposa y se lleva divinamente bien con sus 2 hijos grandes. Él tiene familiares en Asunción.
Añadió que planean tener una vejez tranquila porque la medicina en Estados Unidos es de alta complejidad y los servicios son excelentes.
“Sería fantástico si el Consulado paraguayo en Los Ángeles creara un documento único de identidad consular, a fin de que los compatriotas puedan realizar trámites, tener créditos y ser más reconocidos, y no ser fantasmas del anonimato”, solicitó.
Resaltó que muchos compatriotas viven con el temor de ser deportados. La presencia del Consulado debería ser más fuerte. Mucha gente va pensando en el sueño americano, que no es nada fácil. Y quedan atrapados por el sistema casi esclavizante, generando dinero, ayudando a sus familias de Paraguay y haciéndose cada vez más lejano el retorno a su terruño.
Empresa familiar
También hablamos con Jorge Miagany. Conversamos con él en su negocio ubicado en las afueras de Los Ángeles, gracias al apoyo del compatriota Walberto Pérez. Jorge nos dijo que viajó a los Estados Unidos en 1969. Vivió en Nueva York un tiempo y actualmente en California. Es padre de cuatro hijos y todos viven actualmente en Norteamérica.
Lamenta que en el Paraguay no mejoren la salud, la educación, el trabajo y la seguridad. Y resaltó que tiene un negocio familiar muy próspero, su esposa es odontóloga y tiene dos nietos.
“La ciudadanía paraguaya se pierde al tener la norteamericana. Me gustaría volver, al igual que muchos paraguayos, cuando las cosas mejoren. Uno extraña su país. Pero en los Estados Unidos si hay robo o corrupción: no hay impunidad”, concluyó.