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Los tres ministros del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), Alberto Ramírez Zambonini (presidente), Jaime Bestard y María Elena Wapenka, resolvieron ayer el cambio de Santacruz y López al frente de la Dirección General de Registro Electoral, la dependencia operativa de mayor relevancia en el citado ente. Esta dirección, en la que se ubicaba también a los contratados políticos para hacer las inscripciones en el Registro Cívico Permanente (RCP), por primera vez estará a cargo de técnicos, que no tienen relación directa con la ANR y el PLRA.
La decisión unánime de los ministros electorales fue la de nombrar a Carlos María Ljubetic (coordinador general de las elecciones 2013) y a Luis Alberto Mauro, director y vicedirector, respectivamente, de la citada dirección general. La resolución tiene como consecuencia directa la exclusión de los partidos tradicionales en el proceso de elaboración del Padrón Nacional, confeccionado cada 2 años para las elecciones generales (presidenciales y municipales).
Lo que motivó el cambio
El cambio de Santacruz y López se dio luego del escándalo del traslado de 1.500 colorados de Central a Capital en menos de 48 horas, procedimiento realizado en el Club Nanawa del barrio Herrera el mes de junio y que estuvo acompañado por funcionarios de la Justicia Electoral. Estos realizaron el tras-
lado de ciudad dentro del Registro Cívico y operadores del diputado Óscar Tuma (precandidato a intendente de Asunción) realizaban a la par el traslado de seccional a seccional. Esta práctica se realizó en un intento de influenciar en los resultados de las próximas internas partidarias (2015) en la que se eligen los candidatos de la ANR para las municipales.
El exagerado número de traslado de colorados no fue detectado por la Dirección de Registro Electoral, encargado de los reinscripciones (traslados). La dependencia recién ordenó una auditoría el martes, cuando ABC se hizo eco de una denuncia de presidentes de seccionales de capital.
Mauro afirmó que con estos cambios se busca mantener el 98% de credibilidad en el padrón nacional, mérito otorgado por la OEA.