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Dentro de esta casta de privilegiados podríamos situar al titular de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco SA), Juan Ramón Ibarra del Prado, cuya interpelación fue solicitada por diputados de la oposición, el pasado jueves, por la ampliación irregular de un contrato con la firma T-Systems Internacional GMBH, en el que la telefónica lleva perdiendo varios millones de guaraníes, según informes de la Contraloría de la República.
Ibarra del Prado sería propietario de varios moteles en San Lorenzo. Uno de los primeros fue Le Barón, en el que uno de sus socios era su cuñado, el diputado colorado Cachito Salomón. Vendió su parte en la década del 90. Hace poco habilitó Fidji, situado a pasos del anterior. Ambos están ubicados sobre la avenida Pastora Céspedes.
El motel fue construido sobre dos terrenos -cuenta catastral 27-12-24-13 y 14. El negocio figura a nombre de una sociedad, pero uno de los terrenos aún figura a nombre de Ibarra del Prado. Otra nueva construcción, cuya propiedad se le atribuye -aprobada recientemente por la Junta-, figura a nombre de una SA, que sería Alta Vista.
Además de estos bienes, el alto funcionario de Copaco posee tres inmuebles sobre la calle Saturio Ríos, por los que adeuda impuesto inmobiliario desde el año 2004, según datos proporcionados por la institución municipal - (Cta. Ctral. 27-01-01-51/ 52 y 54).
Empresarios del sector aseguran que para montar un motel de las características de Fidji se debe invertir entre 200 y 300 mil dólares (alrededor de 1.500 millones al cambio de la fecha, 5.100).
Consultado por ABC, Ibarra negó poseer motel alguno. Dijo que le pertenecían varios inmuebles en la zona de Fidji, pero los transfirió hace varios años. No quiso decir a quién. Investiguen ustedes si tanto les interesa, dijo.
Debemos recordar que Ibarra del Prado salió de la Copaco, en el 2000, mediante el retiro voluntario. Cobró cerca de G. 200 millones. En 2001 ganó una banca en la Junta Municipal de San Lorenzo, donde su salario nunca alcanzó los G. 7 millones. Fue reelecto este año, pero renunció para asumir en enero pasado como titular de la Copaco. En febrero último, ni bien asumió como titular de la telefónica estatal, el devenido empresario del sector de los moteles modificó en forma arbitraria el contrato 131/2005, firmado entre la Copaco y T-Systems Internacional. La propia Contraloría había confirmado la existencia de irregularidades en torno al caso, como incumplimientos, cambios en la denominación de la empresa (T-Systems Enterprise), entre otras.
slopez@abc.com.py