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La frondosa comitiva fue encabezada por el ministro del Interior, Lorenzo Lezcano, y por los jefes de las fuerzas de seguridad y otros funcionarios de alto rango del Poder Ejecutivo.
La reunión con los líderes de las colonias menonitas y los familiares de los secuestrados fue a puertas cerradas, en la colonia Río Verde de Santa Rosa del Aguaray, aunque después el grupo también visitó, por ejemplo, el asentamiento campesino Tacuatí Poty de Tacuatí, siempre en el departamento de San Pedro.
Según se supo, los enviados de Horacio Cartes también hicieron una especie de reunión de evaluación con los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), cuyo comandante es el coronel Héctor Grau.
La reacción del Ejecutivo se dio 24 horas después de que la familia del menonita Abrahán Fehr Banman, uno de los cinco secuestrados, anunciara, en una conferencia de prensa, que a partir de ahora van a acatar y someterse a las “leyes revolucionarias” del EPP y que incluso modificarán su método de trabajo, para dar gusto a los criminales, todo con tal de obtener al menos una prueba de vida, ya que reiteraron no tener dinero para pagar el rescate de 500.000 dólares exigido.
También plantea un diálogo con criminales
Por otro lado, el señor Apolonio Morínigo, padre del policía Edelio Morínigo Florenciano, otro de los cinco secuestrados, señaló ayer en su casa de Arroyito, departamento de Concepción, que ya habló con varias autoridades acerca de la posibilidad de iniciar un diálogo con el EPP, ya que cree que si se plantea una lucha solamente con armas se van a producir más muertes.
Dijo que nada saben del paradero de su hijo y que no pierden las esperanzas de tener al menos una prueba de vida o alguna señal de que Edelio esté aún con vida.
Asimismo, varios productores agrícolas que trabajan en el área de influencia del EPP revelaron que las últimas acciones violentas obligaron a varios peones a renunciar.
También afirmaron que cada vez se hace más difícil encontrar operadores de maquinarias.