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“Pensamos globalmente: la escalada de la paraguaya Tabacalera del Este como una amenaza para el control mundial de tabaco”, se titula el estudio científico hecho por seis académicos de la Universidad Simon Fraser, de Columbia Británica, en Canadá, publicado este mes. El material, financiado por el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y con 116 referencias como sustento, además de entrevistas a al menos 42 expertos y un extenso cruce de datos señala que “Tabesa ya no piensa en el mercado local, sino en expandirse a más países del mundo y competir con las multinacionales líderes en el mercado” a través del contrabando de cientos de miles de kilos de su producto.
Según el estudio, Paraguay está lejos de endurecer los controles a la cadena de suministro de exportación de cigarrillos, donde Tabesa se lleva la porción más importante. En el material se identificaron cuatro fases que implican a nuestro país en el comercio ilícito de tabaco: primero, como un centro de tránsito para el contrabando de cigarrillos de las multinacionales British American Tobacco y Philip Morris International desde EE.UU. hasta Argentina y Brasil desde los años 60 hasta mediados de los 70; segundo y tercero, estas dos multinacionales compitiendo por el mercado del cigarrillo en Argentina entre 1989 y 1994 y en Brasil a mediados y finales de los años 90 y, en una cuarta fase, el comercio ilícito de cigarrillos en Paraguay desde mediados de los 90. Esta estrategia se intensificó cuando Brasil impuso un impuesto de 150% a la exportación del cigarrillo en 1999. Es aquí donde la producción de Tabesa crece, cuando las multinacionales “pierden fuerza” en la zona y la empresa de Horacio Cartes se cuela en la oportunidad financiera, dice el estudio.
Seleccionaron los países a los que Tabesa dijo que exporta y cruzaron datos con las importaciones declaradas de 11 países. En 15 años, Paraguay exportó oficialmente a Aruba, un paraíso fiscal, 12.283.231.698 pabilos de cigarrillo. Sin embargo, los datos de Aruba cifran en 9.134.807.849 los cigarrillos importados por ellos desde Paraguay, una diferencia de 3.148.423.849 cigarrillos. “Estas discrepancias sugieren un desvío significativo al mercado ilícito (…) La evidencia sugiere que grandes cantidades de cigarrillos producidos por Tabesa son llevadas de contrabando a países en donde la empresa no exporta de forma oficial, primariamente Brasil, Argentina, México y Colombia”, expresa el estudio.