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El senador cartista en ese entonces Julio C. Velázquez había ejercido ilegalmente la presidencia del Congreso el 28 de marzo de 2017 para avalar una primera sesión mau de 25 senadores (cartistas, liberales llanistas, del Frente Guasu y Unace), que buscaba modificar el reglamento interno de la Cámara Alta. Al concluir la reunión, la Policía Nacional se encargó de brindarle protección a Velázquez. El cuestionado comisario Enrique Isasi, al frente de Apoyo Táctico de la Policía en ese momento, fue a “rescatar” de la sala de sesiones al senador Velázquez, acompañado de “su protegido” el suboficial Florentín, según una investigación de ABC TV.
Florentín era del equipo de choque de Isasi y se sospecha además que el comisario habría proveído la munición letal y no balines de goma. Pero Isasi no está incluido en la investigación fiscal. Al contrario, fue “premiado” al ser reubicado en Alto Paraná, zona de influencia de José Ortiz, gerente de la tabacalera del presidente de la República Horacio Cartes. Justamente Ortiz fue mencionado en el cruce de llamadas en las horas críticas entre el 31 de marzo y el 1 de abril de 2017.
ABC TV reveló ayer durante el Noticiero que la Policía nunca cumplió con la orden judicial del 15 de marzo de 2017 dictada por el juez Nelson Romero, de que Florentín guarde reclusión en la Agrupación de Seguridad de la Comandancia de la Policía por un caso de violencia intrafamiliar. Es más, le asignó la tarea de ir al Senado el 28 de marzo. El 31 de marzo integró el pelotón para reprimir a los manifestantes que intentaron defender la Constitución, que estaba siendo violada por 25 senadores, afín a Cartes y al senador Fernando Lugo. Ambos estaban muy interesados en que se habilite la reelección presidencial por la vía inconstitucional para competir en las elecciones generales del 22 de abril.
El actual ministro del Interior, Ariel Martínez, entonces viceministro de Asuntos Políticos, inventó en conferencia de prensa una versión para intentar encubrir al suboficial y a sus superiores. Dijo que Florentín se escapó y se unió a sus compañeros, con lo cual Martínez quiso hacerle creer a la ciudadanía que se trataba de un hecho aislado y no de un operativo conjunto y coordinado. En la madrugada del 1 de abril en un atraco al PLRA, Florentín habría disparado al joven dirigente Rodrigo Quintana.