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COLONIA NARANJITO, distrito de Yvyrarovaná, Canindeyú (Alberto Núñez, corresponsal).El ataque ocurrió a las 08:00. El jefe de seguridad del establecimiento, el expolicía Nasario Portelli, reveló que tuvo que pagar 500.000 guaraníes a los campesinos para evitar que le mataran a balazos. Por ello, quien sería el dirigente principal, ordenó que no le agredieran físicamente.
Los atacantes les sorprendieron porque llegaron desde la parte posterior de la propiedad. “Al llegar y rodear el lugar comenzaron a explotar petardos, nos sorprendió completamente. Intentamos correr, pero no hubo caso, porque si llegamos a correr nos iban a ejecutar allí mismo, tuvimos que entregar nuestras armas. A mí me golpearon en principio, una fuerte patada me propinó uno de ellos por el rostro, eso me asustó y me tranquilicé. Allí saqué y le entregué un 500.000 que tenía”, detalló Portelli.
Dijo que cuatro de los guardias lograron correr después de que llegaran los atacantes, “porque se asustaron teniendo en cuenta que efectuaron varios disparos. Tras dominarnos a todos comenzaron a cometer hechos de vandalismo, destruyendo todo lo que había en el sitio para posteriormente prender fuego al casco principal de la estancia, la camioneta Nissan Frontier de la empresa, tres viviendas y un tinglado que sirve para guardar las maquinarias”, reveló.
En todo momento los campesinos armados se mostraron bastante violentos contra los empleados.
El administrador de la estancia, Daniel Pérez, se salvó de ser tomado por los criminales, debido a que minutos antes salió de la propiedad para una compra.
Horas después de lo ocurrido, llegaron hasta el lugar efectivos del Grupo Especial de Operación (GEO) de la Policía y el fiscal de Curuguaty Christian Roig. Cuando ingresaron a la estancia se encontraron con que los supuestos “sintierras” destruyeron y saquearon todo lo que había a su paso.
La estancia “Pindó”, de 5.000 hectáreas, es propiedad de Rainer María Bendlin Beyersdorff, del Grupo Perfecta SA.
Los “sintierras” se afincaron en el lugar desde hace tiempo y, según las denuncias, están vendiendo madera de una reserva boscosa de 3.000 hectáreas de las casi 5.000 hectáreas con que cuenta el establecimiento.
El pasado 23 de diciembre, una comitiva fiscal-policial ya había sido recibida a tiros por el mismo grupo, cuando ingresó al lugar para un procedimiento de desalojo que al final casi se convirtió en una masacre.
Dos grupos de belicosos campesinos
Actualmente existen dos grupos de campesinos dentro del mismo inmueble. Unas 500 personas formarían parte de este grupo.
El fiscal Roig refirió que entre los campesinos que atacaron la estancia había personas con alguna preparación militar por la forma en que actuaron. “Es una hipótesis, actuaron con gente que sabía lo que tenía que hacer, aparentemente hay personas entre ellos con alguna preparación militar”, refirió el agente del Ministerio Público.