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El proyecto de prohibir el uso de las redes de las empresas de telefonía celular para ofrecer productos y servicios sería de aplicación imposible, porque cualquiera accede a un chip y a la misma base de datos de las telefónicas. Estas solo podrían bloquear los números desde donde provienen las promociones mediante la denuncia del cliente, lo que tampoco garantiza que el usuario no continúe recibiendo la molestosa promoción dado que igual pueden conseguir otro chip para continuar con el negocio.
Fue lo expresado por Eduardo Neri González, quien aclaró que aún no accedió al proyecto del diputado Óscar Tuma. Apenas leyó los artículos periodísticos sobre el tema. Quizás haya una posibilidad si se elabora una buena reglamentación para formalizar un negocio que se ofrece a través de las redes telefónicas sin ninguna confiabilidad, dijo.
Para formalizar este negocio las propias telefónicas podrían ser la fuente de difusión de las promociones de las empresas. Solo así se podría garantizar que funcione la ley. “Las mismas operadoras podrían ser el canal de difusión de las promociones de las empresas. De esta manera el cliente tiene la posibilidad de aceptar o rechazar las promociones marcando un código y también le da cierta confiabilidad”, subrayó.
Este sistema utiliza la operadora Tigo, explicó Raúl Ibáñez, gerente de relaciones institucionales de la multinacional. El usuario tiene la posibilidad de aceptar o rechazar.
“Para el caso de las promociones de la empresa móvil, la misma hoy ya solicita la suscripción y autorización de parte del cliente que esté dispuesto a recibir”, señaló Ibáñez.
Adelantó que mañana lunes los representantes legales analizarán el proyecto y también se reunirán en la Cámara de Operadores Móviles, para analizar el proyecto y tomar postura. La cámara agrupa a Tigo, Personal, Claro y Vox.
El proyecto del diputado Tuma plantea crear un registro donde los usuarios se inscriban y rechacen la recepción de mensajes de texto y llamadas para promoción de ofertas, ventas, bienes y servicios, lo que las firmas consideran imposible ya que cualquiera accede a un chip de teléfono.