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Bajac dijo saber que estamos en un Estado laico, pero justificó el hecho diciendo que “hay libertad de culto y la mayoría profesamos el cristianismo”.
El presidente del Senado Silvio Ovelar lo puso a consideración del pleno pero el senador Hugo Richer dijo que no correspondía votar una propuesta de ese tipo.
Otros senadores argumentaron que la oración no ofendía ni a creyentes ni a no creyentes, porque también la Constitución garantiza la libertad de culto.
La senadora Bajac leyó entonces un párrafo de la Biblia, específicamente del libro de Daniel e inició luego una oración. Su actitud motivó la reacción del senador Cubas que reclamó que vivimos en un Estado laico y que se debía respetar a quienes no profesaban la religión cristiana o a quienes no creían en la práctica de la oración.
“¡Cállese, caraj... Dios no tiene partido político!”, gritó Cubas, interrumpiendo a la senadora Bajac, quien de todas maneras continuó su oración.
El presidente del Senado posteriormente le llamó la atención al senador Cubas, diciéndole que no era la manera de plantear sus cuestionamientos.