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El tesorero del PLRA calificó de “informaciones malintencionadas” los datos publicados por ABC en la edición de ayer. Sobre la situación de su hijo Arturo dijo que él estaba trabajando en Diputados, pero que fue comisionado a la Senavitat.
Negó que durante ese tiempo haya percibido un salario superior a G. 10 millones, ya que su sueldo en Cámara Baja era “solo de G. 4 millones (no tiene título universitario). Ahora él (por su hijo) está de vuelta en la Cámara. El ministro Marecos lo había llevado a Senavitat a mediados del 2012”, refirió.
Reconoció que varios parientes ocupan cargos en la Senavitat, así como sus correligionarios del Partido Liberal. Defendió a estos y alegó que pueden acceder a un puesto laboral como cualquier ciudadano. “Yo en Limpio, aproximadamente, tengo 1000 parientes y todos tienen derecho a trabajar”, alegó.
Con relación a los más de 200 contratados que supuestamente son sus operadores, expresó que “son trabajadores y no tiene nada de malo que sean liberales y ejerzan funciones en la institución”. Negó que la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) sea su cupo. “Eliodoro es mi amigo, yo no le conseguí el cargo, él lo obtuvo por sus méritos propios”, insistió el político liberal.
Salario de primer mundo
El ex-Conavi se volvió un verdadero botín de guerra para los políticos, atendiendo los elevados salarios y beneficios que se logran sin siquiera concursar. Un claro ejemplo es la contratación de la Abog. Patricia Ramírez con una asignación mensual de casi G. 20 millones por mes. La funcionaria es una de las recomendadas del titular de Senavitat. Los sueldos de primer mundo que se permiten en el ente tienen la anuencia del director administrativo, Rufino González, ahijado del senador colorado Óscar González Daher.
Caza de brujas en Senavitat
Comenzó la “caza de brujas” en la Senavitat para tratar de identificar a los que pasan documentos e informaciones a este diario. Los funcionarios colorados son los que están en la mira. Ayer en horas de la mañana fueron puestos a disposición de Recursos Humanos Rubén Ruiz Díaz y Valeria Alló. Ambos fueron sindicados como principales sospechosos de filtrar datos. La semana pasada los dos funcionarios ya fueron mencionados en la denuncia que hizo el ministro Eliodoro Marecos sobre presiones que recibía del titular del Congreso Jorge Oviedo Matto y la senadora Lilian Samaniego para recategorizar (aumento de salario) a Ruiz Díaz y Alló respectivamente.