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Asunción tardó en despertarse ayer, aún aturdida por los hechos violentos acontecidos en sus plazas, calles y edificios en las horas anteriores. El tradicional “Lido Bar” fue despojado de sus rejas, y quedó con toldos agujereados. En las calles, los transeúntes tocían sin parar ante el polvo de las veredas destrozadas.
La peor pérdida en el patrimonio cultural se dio en el Panteón de los Héroes, en donde no solo se derribaron las chapas protectoras poniendo en peligro toda la estructura, sino que manifestantes entraron y robaron la “lámpara votiva”, que data de 1936, año de inauguración del Panteón, según la arquitecta especialista en restauración de la empresa Barrail Hnos., Silvia Rey.
Esta originalmente se ubicaba en la puerta principal del Panteón, pero había sido retirada para ser restaurada. “Es un bien cultural de la Nación. Está hecha de bronce. Es una vergüenza que hayan robado”, manifestó. No supo decir cuánto es su valor monetario, sin embargo aseguró que su valor patrimonial es invaluable.
A las 5:00 de la mañana empezaron a trabajar los funcionarios de la Dirección de Aseo Urbano. El intendente capitalino, Mario Ferreiro, recorrió las áreas afectadas por la mañana. Se reportaron en total unos 16.000 kilos de basura, restos de escombros y elementos metálicos.
Palma, El Paraguayo Independiente y Chile fueron las calles más afectadas. Además, la Plaza de las Armas sufrió importantes destrozos en sus veredas. Ayer aún se podían ver los escombros apilonados en esquinas, que fueron “armas” para los manifestantes.
Asimismo, gran cantidad de carteles de comercios y letreros de señalización de calles fueron derribados sin razón.