Renuncia ministra tras el escándalo “Cucho Beach”

La ministra de Senabico, Karina Gómez, renunció ayer al cargo. Fue después de que se viera obligada a publicar el contrato de alquiler de la mansión perteneciente al procesado por narcotráfico Reinaldo “Cucho” Cabaña, conocida como “Cucho Beach”, que es administrada por dicho ente. El arrendatario, Miguel Ayala, tiene deudas, malos antecedentes como administrador de Centu Cue, y mantiene el sitio abandonado y con vestigios de “rapiña”.

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Luego de reunirse con el presidente de la República Mario Abdo Benítez en el marco del Consejo Nacional de Seguridad, Karina Gómez anunció su renuncia al cargo de ministra en la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico).

Gómez achacó su renuncia a cuestiones personales. “La Secretaría estuvo muy expuesta en estos últimos días. Solo quiero que sepan, que no es ningún secreto, que ya estoy por llegar a mis días de permiso correspondiente por el tema del embarazo y de hacer una pausa en mi trabajo, así que lo conversé con el Presidente. Le agradecí la oportunidad de construir toda esta base de la Senabico”, señaló.

Sin embargo, la decisión de Gómez ocurre luego del escándalo que se originó por el arrendamiento del establecimiento que Reinaldo “Cucho” Cabaña –procesado por narcotráfico– tiene en Juan E. O’Leary, a orillas del lago Yguazú. Pese a que se trata de información comprendida en el marco de la Ley 5282, la ministra renunciante no quiso revelar los detalles de ese contrato de alquiler hasta que la ministra Anticorrupción, Teresa Rojas, recomendó que los haga públicos.

Una vez publicado el contenido del contrato, se supo que el arrendatario Miguel Ángel Ayala es un mecánico de dudosa solvencia económica, con deudas por casi G. 50 millones.

El contrato de alquiler es por tres años, a solo G. 7 millones mensuales, a pagarse por mes vencido y no por adelantado, como es usual.

Además, Ayala ya dejó en estado de abandono el Hotel Centu Cue, en Villa Florida, que alquiló hace 4 años para su explotación.

El dueño de Centu Cue, César Corrales, contó que arrendó el hotel con el compromiso, escrito en el contrato, de que Ayala realizaría una gran inversión en el sitio, pero el mecánico se dedicó a la pesca y a cobrar entrada, dejando el establecimiento en estado deplorable.

Rapiñado y abandonado

Con todo, el 15 de enero, solo cinco días después de haberse presentado ante Senabico interesado en alquilar el sitio, Miguel Ángel Ayala firmó contrato y se mudó a vivir con su familia a la estancia de Cabaña, conocida como “Cucho beach” o “Estancia Nápoles”, ya que se trata de una réplica de la que construyó el narco colombiano Pablo Escobar.

Ayala cobra a los visitantes G. 30.000 por cada adulto y G. 10.000 por menores hasta 12 años; construyó 10 baños en el exterior de la propiedad, pero el resto del inmueble parece más bien estar abandonado. Las luces led fueron reemplazadas por focos comunes y las instalaciones eléctricas están colgadas de modo desordenado. 

La piscina está descargada y sucia, caños de desagüe saltan a la vista en la playa y donde había acondicionadores de aire, como evidencia de las rapiñas, solo quedan soportes de metal. Si “Cucho” llegara a ser condenado, tanto dicha mansión como sus otros bienes serán rematados por el Estado.

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