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Por si fuera pocos los negociados con tierras en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), el presidente de la institución, Ing. Marciano Barreto, por Resolución N° 172/11, se autoasignó, junto a los miembros de su “primer anillo”, millonarias gratificaciones violando incluso el Decreto Nº 6071/11 “Guía de normas y procesos del Presupuesto General de la Nación 2011”.
Según la Resolución Nº 172/11, el mismo Barreto autoriza que se le pague en concepto de gastos de representación, bonificación y gratificación por responsabilidad en el cargo, bonificación por gestión administrativa y gestión presupuestaria un total de G. 13.643.573.
Asimismo, autoriza el pago al gerente de Administración y Finanzas, Lic. Silvestre Aquino, por los mismos conceptos, la friolera de G. 8.543.420; al tesorero Luis Amarilla (sin título profesional) G. 4.931.470; y al director de la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC), Ing. Carlos Romero, G. 6.092.560.
Estos montos exceden por lejos los niveles establecidos dentro del Decreto Nº 6071/11 que habla de hasta un 80% del salario que percibe el funcionario en concepto de bonificación y gratificación y hasta un 40% del salario por responsabilidad, por gestión administrativa y gestión presupuestaria.
Sin embargo, los porcentajes recibidos son de hasta un 104% por parte de Marciano Barreto (cuyo salario es G. 5.864.355); 97% por parte de Silvestre Aquino (salario G. 3.963.540); también 97% por parte de Luis Amarilla (salario G. 2.486.190); y 85,14% por parte del Ing. Carlos Romero (salario G. 3.647.280).
Recordemos que todos estos funcionarios provienen del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y llegaron al Indert en carácter de comisionados.
“Milagros”
Quizás estos pagos irregulares y quién sabe qué otros tipos de anomalías, pueden explicar los “milagros” para estos funcionarios que ganando muy poco, de acuerdo a sus salarios, pueden ostentar lujosas y costosas residencias.
En efecto, el Lic. Silvestre Aquino, con un sueldo de G. 3.963.540, según fuentes sindicales, posee una “casa de descanso”, sobre la ruta que une Luque con Areguá, que no es más que una fastuosa mansión.
Otro “milagroso” es el tesorero Luis Amarilla, que con un salario de G. 2.486.190 posee, siempre según los sindicalistas, una mansión sobre la Avda. Chiang Kai-shek revestida íntegramente de piedras.
Asimismo, la Abog. Norma Valiente (encargada hasta hace poco de todos los expedientes del Chaco), de una humilde casa pasó a una lujosa residencia en Mariano Roque Alonso, lo que demuestra también su “buen pasar económico”.
¿Y la intervención de Camacho?
Todos estos funcionarios continúan tranquilamente en sus cargos dentro del Indert y parece que la intervención del Dr. Emilio Camacho no les afecta en lo más mínimo y, por el contrario, se cree que los grandes negociados de tierras se mantienen inalterables dentro de la estructura del ente agrario.
Según la Resolución Nº 172/11, el mismo Barreto autoriza que se le pague en concepto de gastos de representación, bonificación y gratificación por responsabilidad en el cargo, bonificación por gestión administrativa y gestión presupuestaria un total de G. 13.643.573.
Asimismo, autoriza el pago al gerente de Administración y Finanzas, Lic. Silvestre Aquino, por los mismos conceptos, la friolera de G. 8.543.420; al tesorero Luis Amarilla (sin título profesional) G. 4.931.470; y al director de la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC), Ing. Carlos Romero, G. 6.092.560.
Estos montos exceden por lejos los niveles establecidos dentro del Decreto Nº 6071/11 que habla de hasta un 80% del salario que percibe el funcionario en concepto de bonificación y gratificación y hasta un 40% del salario por responsabilidad, por gestión administrativa y gestión presupuestaria.
Sin embargo, los porcentajes recibidos son de hasta un 104% por parte de Marciano Barreto (cuyo salario es G. 5.864.355); 97% por parte de Silvestre Aquino (salario G. 3.963.540); también 97% por parte de Luis Amarilla (salario G. 2.486.190); y 85,14% por parte del Ing. Carlos Romero (salario G. 3.647.280).
Recordemos que todos estos funcionarios provienen del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y llegaron al Indert en carácter de comisionados.
“Milagros”
Quizás estos pagos irregulares y quién sabe qué otros tipos de anomalías, pueden explicar los “milagros” para estos funcionarios que ganando muy poco, de acuerdo a sus salarios, pueden ostentar lujosas y costosas residencias.
En efecto, el Lic. Silvestre Aquino, con un sueldo de G. 3.963.540, según fuentes sindicales, posee una “casa de descanso”, sobre la ruta que une Luque con Areguá, que no es más que una fastuosa mansión.
Otro “milagroso” es el tesorero Luis Amarilla, que con un salario de G. 2.486.190 posee, siempre según los sindicalistas, una mansión sobre la Avda. Chiang Kai-shek revestida íntegramente de piedras.
Asimismo, la Abog. Norma Valiente (encargada hasta hace poco de todos los expedientes del Chaco), de una humilde casa pasó a una lujosa residencia en Mariano Roque Alonso, lo que demuestra también su “buen pasar económico”.
¿Y la intervención de Camacho?
Todos estos funcionarios continúan tranquilamente en sus cargos dentro del Indert y parece que la intervención del Dr. Emilio Camacho no les afecta en lo más mínimo y, por el contrario, se cree que los grandes negociados de tierras se mantienen inalterables dentro de la estructura del ente agrario.