Recuperan cuatro cuerpos y buscan causa de la tragedia

Los cuerpos despedazados del ministro de Agricultura y Ganadería Luis Gneiting (50), el viceministro Vicente Ramírez (49), el funcionario Luis Charotti (35) y el piloto Gerardo López (71) fueron traídos ayer a Asunción, luego de que fueran localizados en un esteral donde cayó la avioneta que despegó del aeropuerto de Ayolas. Hoy inicia la recuperación de los restos de la nave para después someterlas a pericia y buscar la causa de la tragedia.

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AYOLAS, Dpto. de Misiones (Miguel Ángel Rodríguez, corresponsal; Kiara Coronel, Rodolfo López, Carlos Giménez, Fernando Romero, Enrique Fernández, Roberto Espínola, Diego Fleitas y Gilberto Fretes, enviados especiales). Los cuerpos de las cuatro víctimas del accidente aéreo ocurrido el miércoles de tarde fueron localizados en un esteral a solo 5.800 metros de la cabecera de la pista del aeropuerto de esta ciudad, en un área de acceso imposible por tierra.

Rescatistas de la Unidad Especial de Búsqueda y Rescate SAR, con apoyo de militares y policías, efectuaron la incursión en helicóptero desde las primeras horas de la mañana.

El capitán de Bomberos Roque González Vera, quien dirigió la compleja operación, confirmó que los cadáveres del ministro, viceministro, funcionario y piloto fueron encontrados debajo del fuselaje de la avioneta Barón 58, con matrícula ZP-BEU, que había sido adquirida por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) hace seis años.

Los cuerpos destrozados estaban sumergidos a dos metros bajo el esteral. El piloto Gerardo Cayetano López Zárate, conocido como “Baby”, estaba en la cabina al lado del funcionario técnico del MAG Luis Eladio Charotti Barquinero. Atrás estaban el ministro Luis Roberto Gneiting Dichtiar y el viceministro Vicente Rigoberto Ramírez Imas, uno al lado del otro.

Las víctimas fueron identificadas mediante algunas pertenencias o accesorios, como anillos y prendas que vestían.

La cola no se dañó

La máquina bimotor quedó prácticamente desintegrada, al menos desde la cabina hasta el fuselaje. 

Sin embargo, la parte de la cola no llegó a hacer contacto pleno contra el suelo, lo que da a entender que la avioneta del MAG cayó de punta, aparentemente luego de perder potencia en el proceso de consolidación de altitud.

El capitán González Vera explicó que el hecho de que la alarma de la nave no se haya activado cuando se estrelló contra el suelo se debería a que este dispositivo probablemente está montado justamente en la parte de la cola.

La baliza de impacto, si es que se activaba, podría haber ayudado a saber dónde cayó la avioneta y no se hubiese demorado casi 12 horas en confirmar el accidente aéreo y en ubicar la zona de la tragedia.

Varios experimentados pilotos consultados por ABC Color opinaron que una falla fulminante en la cabina podría haber ocasionado el accidente, ya que el piloto ni siquiera pudo reaccionar para pedir socorro.

Como un rompecabezas

Tras el rescate de los cuerpos de los cuatro fallecidos en el accidente aéreo de Ayolas, que se produjo ayer, la principal tarea de hoy va a consistir en tratar de recuperar también todas las partes que se puedan de la avioneta Barón 58 siniestrada.

Funcionarios investigadores de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) tendrán la misión de tratar de recomponer la máquina hasta donde se pueda, como un rompecabezas, para así tantear la posibilidad de detectar la posible falla que ocasionó la tragedia.

En principio, las sospechas apuntas a una falla fulminante en la cabina, que dejó sin reacción al experimentado piloto Gerardo “Baby” López. Los rescatistas, algunos de los cuales sufrieron quemaduras por el combustible que se derramó en la escena, descartaron un posible incendio previo de la máquina.

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