Protegidos de diputada, inmersos en crimen de narcotráfico otra vez

Una vez más, miembros del grupo político de la diputada colorada Cristina Villalba y el gobernador Alfonso Noria se ven salpicados por crímenes vinculados al narcotráfico. Gregorio Salina López, esposo de una concejala colorada de Ypejhú asesinado el viernes, habría sido durante mucho tiempo socio en el “negocio” del prófugo Vilmar “Neneco” Acosta Marques.

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De nuevo miembros del grupo político liderado por la diputada colorada de Canindeyú, Cristina Villalba; su hermano Carlos, intendente de La Paloma, y el gobernador de Canindeyú, Alfonso Noria Duarte, son señalados por sus supuestos vínculos con el narcotráfico.

Para la Policía, el asesinato de Gregorio Salina López, de 41 años, en un brutal ataque de sicarios registrado el jueves último en la línea fronteriza entre Ypejhú (Paraguay) y Paranhos (Brasil), obedecería a un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, ya que la víctima supuestamente operaba para una facción cuya base se encuentra asentada a 100 kilómetros, en la ciudad de Capitán Bado, departamento de Amambay.

Salina López era esposo de la concejala municipal de Ypejhú Élida Lomaquis, del grupo político del prófugo Vilmar “Neneco” Acosta Marques, buscado por el asesinato del periodista Pablo Medina y Antonia Almada.

De acuerdo a versiones a las que tuvo acceso ABC Color, “Darci”, como era conocido el hombre asesinado, era supuestamente un conocido marihuanero que durante años trabajó impunemente gracias a la protección del clan Acosta Marques.

Aparentemente, según datos manejados por las autoridades, “Neneco” y “Darci” respondían al mismo “patrón” en Capitán Bado, el destino casi usual de la marihuana cosechada en la frontera seca. Pero, últimamente, al esposo de la concejala le habrían atribuido la culpa de la mayoría de las cargas confiscadas en la zona, lo que a su vez debilitó el sistema de financiamiento de la estructura criminal.

Estos “errores”, sumados a otras fallas que habría tenido Salina López, habrían determinado su muerte, que fue materializada por un grupo comando que viajó exclusivamente desde Capitán Bado hasta el lugar de la ejecución.

“Darci” y “Neneco” se habrían hecho socios a través de la política. La esposa del primero llegó al puesto de concejal gracias al apoyo de Acosta Marques, quien presentó su candidatura para las elecciones municipales de 2010 de la mano del movimiento “Vanguardia Colorada” del exvicepresidente de la República Luis Alberto Castiglioni.

Tiempo después, Acosta Marques decidió pasarse a las filas de “Honor Colorado”, movimiento de Horacio Cartes. Una vez allí, se alineó rápidamente al liderazgo regional ejercido por la entonces gobernadora Cristina Villalba de Abente.

“La Reina del Norte”, como es conocida la ahora legisladora colorada, se encargó de apuntalar la carrera política de un casi desconocido Alfonso Noria para llevarlo a la gobernación como su sucesor en el cargo.

Lomaquis, una docente devenida en política, era muy cercana tanto a Acosta Marques como también a Noria y a la diputada Villalba, algo que no dudaba en hacerlo saber a través de las redes sociales.

La diputada Villalba y el gobernador Noria fueron señalados en varias oportunidades en los últimos meses como los supuestos protectores de los narcotraficantes que operan impunemente en la zona, entre ellos el mismo “Neneco”.

Ahora, tras el violento asesinato de Salina López, una vez más los miembros de su grupo político son señalados por sus supuestos vínculos con el narcotráfico.

Según la Policía de Ypejhú, “Darci” fue involucrado anteriormente en varios casos de homicidio, pero llamativamente pudo zafar de todos los procesos, en la época en que “gobernaba” a su antojo en la zona el ahora prófugo Vilmar Acosta Marques.

Fuerza del clan vigente

A poco más de cuatro meses del asesinato del corresponsal de ABC Color Pablo Medina y la joven Antonia Almada, los grupos criminales a los que denunció en varias oportunidades siguen manteniendo su vigencia en la zona y estarían buscando reinstalarse a fin de poder trabajar con “tranquilidad” de cara a las municipales.

UNA SOLA PATRULLERA

Los efectivos de la Comisaría Sexta de Ypejhú, zona fuertemente influenciada por el narcotráfico, deben arreglárselas para atender no solo las cuestiones cotidianas sino también la lucha contra los líderes del “negocio” con una sola patrullera, pues la otra con la que cuentan se encuentra en el taller. De acuerdo a algunos datos, los mismos oficiales deben pagar las refacciones. Mientras tanto, deben utilizar sus vehículos particulares para cumplir sus tareas.

Según pobladores de la zona, hace apenas algunos días se vio nuevamente al prófugo exintendente local, Vilmar “Neneco” Acosta Marques, paseando por la zona, pese a que sobre él pesa una orden de captura internacional. Algunos afirman que casi todas las noches se ve caminar a un grupo de sicarios del clan Acosta en la línea fronteriza, armados.

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