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Indicó que el viernes, a las 17:30, con orden del juez de turno Oscar Delgado allanaron dos oficinas del edificio Zodiac. Como el cablerío daba con el edificio de Planet, solicitó al juzgado la habilitación nocturna, lo cual fue concedido por el magistrado.
Indico que ese allanamiento se inició a las 21:30 y se extendió hasta las 2:00 del sábado. Señaló que luego ordenó la clausura provisoria y posteriormente obtuvo la orden del juez para cerrar el local hasta las 14 de ayer. La clausura luego fue prorrogada por el magistrado Portillo, quien resultó sorteado para atender la causa.
En este caso se encuentran imputados Seichi Luis Emilio Nakayama Nakashima (de 24 años), José Domingo Fretes (38), Luis Vicente Sánchez (40) y Francisco Javier Sánchez Roda (33), empleados de la referida proveedora de Internet.
La Cámara Paraguaya de Internet manifestará hoy a la fiscalía su preocupación ante la confusión que produjo el cierre de la empresa proveedora. David Ocampos, titular del gremio, dijo que el proveedor es un vendedor mayorista de Internet que ofrece un tubo a su cliente, que representa un acceso al mundo, vía EE.UU. En ese tubo el cliente es dueño de hacer lo que quiera, puede traficar lo que le plazca en materia de información para recibir y enviar, de cuyo contenido es responsable el cliente y no el proveedor.
SUSPENSIÓN DEL SERVICIO ES INCONSTITUCIONAL
El presidente de Planet-Internet, Roberto Vuyk, calificó de inconstitucional la suspensión de la transmisión a la que fue obligada la empresa por la fiscalía.
Recordó que internet es un medio masivo de comunicación y que como tal no puede ser clausurado ni censurado.
Vuyk dijo que era imposible calcular el daño generado no solo a la empresa; sino a los clientes de ella que tienen una dependencia altísima de los servicios de la red.
Recordó incluso que el daño mayor era para la imagen del país, ya que en el exterior resulta absolutamente imposible explicar cómo un fiscal o un juez pudo suspender la transmisión de Planet por la supuesta comisión de un delito no definido ni tipificado, y basándose en supuestas pruebas que nunca fueron expuestas.
Vuyk explicó que si bien los clientes suman unos 1.500 es difícil estimar el número de usuarios, ya que hay empresas que cuentan con decenas de terminales. ‘‘Imagínense la cantidad de personas que hoy quedaron sin el servicio del correo electrónico, solo por dar algún ejemplo de los muchos estragos causados por esto’’, lamentó.