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Desde hace dos semanas las sesiones ordinarias de la Cámara, los jueves, están suspendidas. Esto fue solicitado por los líderes de la bancada de los distintos bloques que pidieron más tiempo para dedicarse a sus internas.
A cambio se convocan a sesiones extraordinarias los martes y miércoles; pero usualmente las sesiones solo se hacen los martes porque los diputados piden adelantar los temas de la sesión prevista para los miércoles.
Eso es para dar más tiempo a los diputados del interior a volver a sus localidades a más tardar el miércoles, pasado el mediodía para hacer proselitismo partidario.
Esta semana, desde el martes, la actividad en la Cámara se redujo drásticamente. Solo unos pocos diputados de capital o del departamento Central se muestran. Están como mucho dos horas en sus oficinas que es el tiempo máximo para ajustar cuestiones administrativas o para atender a algún seguidor que pudiera estar esperando.
Los parlamentarios, de localidades más alejadas, el martes ya volvieron a sus lugares de origen. Este estado de cosas se mantendrá hasta el receso parlamentario que se inicia el próximo 20 de diciembre ya que a partir de este domingo y hasta fin de año los partidos deben hacer sus internas.