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Los cambios ordenados el 4 de octubre pasado en algunas comandancias y cargos administrativos de las FF.AA. originaron diversas especulaciones sobre las presuntas influencias del oviedismo, además de enojos de varios militares. A esto se agrega que la Junta de Calificaciones sigue dilatando la definición de los ascensos y pases a retiro de los jefes militares.
Pozzo dijo que el Presidente de la República, en su calidad de comandante en Jefe, debe dar un mensaje claro de que no va a permitir las injerencias políticas en el manejo de las FF.AA. “como históricamente fue” y ha generado graves consecuencias a la vida institucional militar y del país. “Creo que el hecho de que haya un acuerdo político coyuntural no tiene que afectar la institucionalidad de las FF.AA”, enfatizó el oficial retirado en alusión a la alianza actual entre el oviedismo y el gobierno nacional.
“Tenemos que dejar a la institución militar que se desenvuelva con su propia dinámica. No hay que interferir en las decisiones institucionales, a no ser que haya alguna decisión o comportamiento que riñan contra el marco legal”, expresó Pozzo.
Agregó que si se permite que haya presiones de sectores políticos se va a “debilitar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, que en los momentos difíciles consiguió equilibrar el estado de derecho”. Se refería al comportamiento, a su criterio ejemplar, de la cúpula militar en la crisis de junio pasado.
Finalmente, Pozzo insistió en que la participación política en la administración de las FF.AA. pueden “generar un caos de imprevisibles consecuencias.
El presidente Franco, la ministra García y el comandante de las Fuerzas Militares, Gral. del Aire Miguel Christ Jacobs, han reiterado en los últimos días en diversas declaraciones públicas y comunicados que no existieron presiones políticas en los últimos cambios en la institución castrense.