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Finalmente, Lugo no dejará el país hoy, como estaba previsto, para una visita oficial a la Federación Rusa.
Aunque desde la presidencia del Senado no dieron una explicación oficial sobre el motivo de que haya suspendido el viaje, fuentes del Frente Guasu (FG) admitieron que hubo un análisis de la coyuntura política.
También dijeron que hubo un pedido de colegas de distintas bancadas para que no abandone en estos momentos el territorio nacional con una crisis política por el frustrado intento del presidente Cartes de renunciar a su cargo para ser senador.
La delegación paraguaya estará compuesta por el vicepresidente primero de la cámara, Óscar Rubén Salomón (ANR, Añetete) y Arnaldo Giuzzio (ex PDP). Irán además Tomás Bittar (ANR) y Ricardo Canese (FG), presidente y miembro del Parlasur, respectivamente.
Si bien la ausencia simultánea de Lugo, Salomón y Giuzzio no favorece en nada a las pretensiones de Horacio Cartes, referentes de la oposición especulan con la posibilidad de que los cartistas recurran a medidas extremas y hasta ilegales para forzar otra sesión en ausencia del presidente del Senado.
La eventual ausencia de Lugo deja la presidencia del Senado a cargo del senador liberal Blas Llano, muy cercano y actuando siempre de acuerdo a los deseos e iniciativas del cartismo. Este legislador declaró además abiertamente que estaba a favor de que el mandatario pueda renunciar y luego jurar como senador para el próximo periodo.
Por otra parte, la presidencia del Congreso, ejercida por Lugo, quedaría en manos del presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, colorado cartista, quien preside la ANR.
En principio, los legisladores que se oponen al plan de Cartes de ser senador, evaluaron que sus partidarios prácticamente no tienen margen de maniobra en el Congreso. Esto, debido a que no cuentan con los números necesarios para el quorum por el rechazo de los mismos senadores colorados.
Sin embargo, también se evaluó que, en las condiciones actuales, los cartistas pueden recurrir a cualquier maniobra ilegal para forzar que se acepte la renuncia de Cartes.
Esta presunción se fortaleció por las declaraciones del diputado colorado Bernardo Villalba, quien dijo que no era necesario que la renuncia del mandatario se trate en una sesión de ambas cámaras del Congreso.