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Las filmaciones confirman que efectivos de Investigación de Delitos, todos de civil, armados con pistolas, movilizados en tres patrulleras y al mando del subjefe de la unidad, comisario principal Tomás Paredes Palma, a más de grupos de antimotines de la Agrupación de Seguridad de la Comandancia llegaron casi al mismo tiempo a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), ubicada en Iturbe entre Manuel Domínguez y Teniente Fariña de la capital.
Mientras los agentes de civil irrumpieron por una de las entradas laterales, los antimotines atropellaron a escopetazos la puerta principal del local partidario.
En ese momento el suboficial Gustavo Florentín Silva (23) de la Agrupación de Seguridad mató de un disparo de escopeta al joven dirigente liberal Rodrigo Quintana (26), quien sufrió la descarga de los balines de metal en la espalda, lo que le causó la muerte.
Al mismo tiempo, los efectivos del departamento de Investigación de Delitos forzaron una de las entradas laterales del edificio, por donde sacaron a varios activistas liberales, entre ellos el diputado Eusebio Alvarenga.
En medio de las corridas y pedidos de auxilio, los uniformados seguían efectuando disparos de escopetas en el interior de edificio, inclusive varias de las descargas fueron realizadas en el cuarto de baño, donde presumían que había más personas escondidas en ese momento.
El Ministerio del Interior y la Policía Nacional intentaron deslindar responsabilidades en la actuación de los agentes específicamente en este caso y dejaron entrever que el fatal ataque al local partidario fue una actuación espontánea e irresponsable de oficiales y suboficiales subalternos que en ese momento estaban en la persecución de un grupo de vándalos que perpetró una seguidilla de ataques a oficinas públicas y comercios del centro, incluyendo la recepción del diario ABC Color.
El mismo comisario Tomás Paredes Palma, subjefe de Investigación de Delitos, había declarado ante el Ministerio Público que él y sus hombres llegaron al sitio después de que haya sido tomado por los antimotines, tratando de eludir responsabilidades en la muerte del joven Quinta. Ahora las imágenes dejan entrever que los agentes atropellaron la sede del PLRA tras una orden directa que recibieron.
En la tarde y noche de ayer, una comitiva fiscal policial encabezada por la fiscala Raquel Fernández se constituyó en la Comandancia de la Policía Nacional para retirar copias del circuito cerrado del edificio.
Las imágenes servirán para identificar a algunos de los responsables de los destrozos e incendio en el Parlamento y también confirmarían la hora en que el suboficial Gustavo Florentín Silva abandonó el lugar.
A la misma hora, Juliana Silva de Florentín, madre del agente imputado por homicidio, llegó a la sede policial para retirar las pertenencias de su hijo y aseguró que está profundamente dolida por todo lo ocurrido.