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De la reunión participaron Carmen Bogado, directora del laboratorio forense, Julio Maldonado, jefe del departamento de Criminalística y el equipo de la sección balística compuesto por Derlis Spaini, Violeta Rodríguez y Derlis Aguilar.
El encuentro tuvo relación con la investigación sobre los sucesos de Campos Morombí, en Curuguaty, ocurridos el pasado 15 de junio durante un procedimiento que costó la vida a seis policías y once ocupantes de la propiedad reivindicada por la familia Riquelme.
Durante la reunión, los peritos señalaron que está probado que los disparos se realizaron con las escopetas incautadas, desde una distancia no menor de 10 metros y no mayor de 30 metros.
Señalaron que los disparos de escopetas se dispersan cuando mayor es la trayectoria.
Indicaron a modo de ejemplo que el jefe de la GEO Erven Lovera, quien encabezó el procedimiento, tenía tres impactos en el cuerpo, producto de un disparo.
Refirieron que las armas incautadas estaban en plenas condiciones de ser utilizadas a pesar de que ya eran antiguas.
En ese contexto señalaron que como parte del trabajo investigativo realizaron pruebas en la FOPE.
Los peritos colocaron como objetivos escudos similares que utilizaron los policías en aquella ocasión, a los cuales dispararon con las escopetas incautadas.
Tras la prueba concluyeron que las balas atravesaban ese material. Explicaron que el escudo que utilizaron los policías son del tipo para repeler solamente manifestaciones.
Los escudos para combates son de otra calidad y material, preparados para los impactos de balas.
Los peritos refirieron también que encontraron un revólver que fue utilizado.
Las balas coinciden con las halladas en el cuerpo del suboficial Alfirio Rojas.
Precisaron que los chalecos que tenían los policías eran tácticos y no antibalas.
Este tipo de chalecos se utiliza para llevar radios y celulares en los procedimientos. Este era el caso de Lovera, indicaron.
Los peritos aseveraron que no hay indicios de que se hayan utilizado M16, como sostiene un informe paralelo. Enfatizaron en que si es por una cuestión de sonido, es muy difícil precisar. Solo si se tratara de una ráfaga se podría deducir que son disparos de M16, dijeron.
El cadáver desaparecido...
En la Fiscalía General del Estado se preguntaron: si había un cuerpo que fue ocultado como lo indica una investigación paralela, ¿cómo es posible que nadie lo haya reclamado?
Señalaron que once cuerpos fueron identificados, sometidos a autopsia y luego entregados a los familiares.
El fiscal general del Estado Javier Díaz Verón mantuvo un perfil bajo con relación a la investigación paralela y dio instrucciones de evitar responder a los resultados de una pesquisa que no está incorporada a la carpeta fiscal.
No obstante, manifestó que están abiertos a escuchar a todas las partes.