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El argentino-uruguayo Gramont Berres fue designado por Stroessner "embajador itinerante" y cónsul honorario en Ginebra (Suiza). Invocó indebidamente la representación del Estado paraguayo para contraer dos préstamos internacionales para sus firmas Rosi S.A. y Lapachos de San Isidro S.A., proyectos que nunca llegaron a concretarse. Los préstamos tampoco fueron aprobados por el Congreso nacional, requisito exigido por la Constitución paraguaya de 1967 vigente en esa época (la exigencia se mantiene con la Carta Magna de 1992).
Al vencimiento de la primera cuota de los préstamos, inicialmente diez bancos demandaron a Paraguay y reclamaron el pago de la millonaria deuda que hoy asciende a unos US$ 115 millones con intereses moratorios. Paraguay no reconoce la deuda y afirma que se trata de una deuda privada de Gramont con los diez bancos (luego de retiró el banco Paribás de Francia).
Los abogados suizos y expertos paraguayos en derecho internacional demostraron a la justicia de Ginebra que la deuda es privada, que Gramont recibió una coima de US$ 4 millones por gestionar los empréstitos y que los préstamos no cumplieron los requisitos legales exigidos en Paraguay.
La justicia de Ginebra le dio la razón a Paraguay en primera instancia el 27 de noviembre pasado, pero los bancos apelaron. El embajador Gauto Vielman declaró a nuestro diario que a fines de julio se espera la confirmación del fallo en primera instancia.
BANCOS DEMANDANTES
Tras el retiro de Paribás, los nueve bancos demandantes son: Banca di Roma International (Luxemburgo), Banca Popolare di Milano (Italia), Banque Bruxelles Lambert SA (sede Suiza), Cassa di Risparmio di Torino (sede Gran Bretaña) DG Bank AG (Suiza), Mecfint (Jersey) LTD (Gran Bretaña), Republic National Bank of New York (Italia), San Paolo Lariano Bank SA (Luxemburgo) y Union de Banques Arabes et Francaises (Francia).