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En todo momento, Villalba permaneció esposado, muy tranquilo y abierto con la prensa.
Al ser consultado sobre los detalles del enfrentamiento con policías, en el predio de la firma Campos Morombí, el 15 de junio pasado, culpó directamente a la fiscala que atendía el caso de la invasión, Ninfa Aguilar.
“Esa fiscala tuvo la culpa de todo lo que pasó. Ella no se atrevió a ir a negociar con nosotros; le pedimos un diálogo, pero nunca llegó y solo envió a los policías. Nosotros solo queríamos ver los documentos de la propiedad, porque sabíamos que era un terreno del Estado”, dijo en guaraní.
Hasta ahora, Rubén Villalba sostiene que ese lugar en disputa pertenece al Estado y reveló que el que juntó todos los documentos necesarios y lo convenció de invadir el terreno fue el otro dirigente, Avelino Espínola Díaz, uno de los 11 campesinos fallecidos.
“Yo soy un humanista y lucho por mis compatriotas, para que tengan un pedazo de tierra y una vida digna. No me gusta ver a paraguayos en la miseria”, declaró.
En otro momento, Rubén Villalba alegó que no estaba armado cuando llegaron los policías y negó haber iniciado la balacera.
“Yo solo tenía una hondita y un garrote. Yo estaba en la tercera fila. El encargado de negociar con los policías era el compañero Avelino Espínola. No sé que pasó ni quién disparó primero”, mencionó.
Con respecto a su proceso, Rubén Villalba prefiere ir a la cárcel de Coronel Oviedo. Pero hoy el juez Andrés Casati lo citó para las 10:00, con relación a un pedido de hábeas corpus que presentó ayer a la siesta el abogado Luis Carlos Casabianca.
Con revólver calibre 38
Los investigadores de la Policía aseguran que Rubén Villalba fue el primero que se encontraba en la línea de fuego, y quien acabó con la vida del jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO), subcomisario Erven Lovera, al dispararle en la cabeza un tiro de calibre 38 desde una corta distancia.